Todo comienza con un “tía, tienes que ver esta serie”. Mi sobrina de 17 años que ve en mí a una adolescente más a pesar de pasar (de largo) de los 30, es la autora de la frase. Sabe que amo las comedias románticas, que tengo muchos pájaros en la cabeza y que descubrir cosas diferentes es algo que me encanta hacer en todos los ámbitos de mi vida. También en lo que a géneros de series y cines se refiere.
Cuando tenía 15 años amaba Ranma ½, tanto que incluso se convirtió en uno de mis primeros crushes, pero desde entonces el género del anime nunca ha sido algo que me llame la atención. Con la idea de que iba a comenzar a verlo para dejarlo en el segundo capítulo, seguí la recomendación de mi sobrina para ver una comedia romántica de anime en Netflix: Romantic Killer.
Cuando vi el tráiler y escuché que “Los videojuegos, el chocolate y los gatos son sus tres grandes pasiones”, pensé “Vale, podría ser yo”. Seguí escuchando en el tráiler y una carcajada tras otra salían de mi boca, así que di al play y vaya… encontré una maravillosa y divertidísima comedia romántica que ahora recomiendo a todo el mundo y que hasta me ha hecho olvidar momentáneamente las ganas que tengo de ver las series y películas que se estrenan en 2023.
Romantic Killer, la serie que no esperaba y que me enganchó
Basada en el manga de Wataru Momose de cuatro volúmenes publicado entre 2019 y 2020 en la Shonen Jump+, esta serie es el gran descubrimiento del género de las comedias románticas este año.
Anzu Hoshino, una estudiante de instituto, es la protagonista de esta historia. Una adolescente que no quiere enamorarse ni tener que superar una ruptura, ni vivir un primer beso ni nada que tenga que ver con intereses románticos porque sus grandes pasiones son los videojuegos, el chocolate y los gatos. Pero entonces llega Riri. No, no es uno de los hombres más guapos del mundo, sino una especie de ilusionista que se encargará de que la protagonista viva eso que tanto rechaza: el amor. Para ello le pondrá a tíos buenos en el camino y provocará que vivan situaciones románticas, mientras Anzu se niega y se autoproclama “Romantic Killer”. Así se cruza con tres maromos buenorros: el misterioso Tsukasa, su amigo de la infancia Junta y Hijiri, el pijazo de clase.
Lo mejor de la serie es Anzu, la protagonista femenina fuerte y con las cosas muy claras que sabe quién es en todo momento, pero que también va descubriendo que vivir nuevas experiencias no es tan horrible. Tópicos del amor que son parodiados en formato anime, un montón de risas y una reinvención del amor que es tan fresca como atrayente.
Además es una de esas series que puedes ver en un finde de relax, y es el anime perfecto para todos los que odian el romance y no solo para los que lo amamos. Un win win que me ha descubierto la generación Z y que me ha recordado que el anime también mola pasados los 30.
Fotos | Romantic Killer
