Su piloto costó 12 millones y ni siquiera tenían guión. Terminó siendo una de las mejores series de ciencia ficción de la historia

Con una hamburguesa bajo el brazo acudía cada semana a la cita más esperada. No era con un tío. Bueno sí, pero lo importante no era él, sino lo que veía con él. Cada semana, religiosamente, nos zambullíamos en el misterio que no solo nos cautivó a nosotros. Cautivó al mundo entero. La verdad sobre lo que ocurrió con el vuelo 815 de Oceanic Airlines que se había estrellado en una isla remota del Pacífico.

Si la has visto. sabes de lo que hablo. Sabes la importancia de la secuencia de números “4, 8, 16, 23, 42”. Conoces al humo negro. Reconoces la escotilla, y el logo de Dharma no te es indiferente. Y sabes que posiblemente ‘La constante’ sea uno de los mejores episodios que jamás se han hecho en la historia de la televisión. Ahora Netflix ha tirado la casa por la ventana y nos ha traído una historia que comenzó con un episodio piloto que costó la friolera de 12 millones de dólares. Hace más de 20 años. Hablamos de ‘Perdidos’ (Lost), una auténtica obra maestra que ha aterrizado en Netflix hace unos meses.

‘Perdidos’, el misterio que nos cautivó a todos ha llegado a Netflix

Con un presupuesto descomunal en el que se incluía la compra y preparación de un avión real para simular el accidente, llegaba el episodio piloto de ‘Perdidos’. El guión de la serie no estaba escrito. Era solo una carísima prueba, pero ese primer capítulo ya nos dejó completamente enganchados. ¿Dónde se estrelló el avión? ¿Qué ocurre en esa isla? ¿Quiénes son los otros supervivientes? ¿De dónde ha salido ese oso polar? El piloto fue un rotundo éxito de crítica y público. Se convirtió en un fenómeno televisivo instantáneo.

Creada por Damon Lindelof y J.J. Abrams, ‘Perdidos’ nos traslada ​​a una isla paradisíaca en el Pacífico Sur, donde, tras una catástrofe aérea. Allí, un grupo de supervivientes espera ser rescatado y mientras lo hacen, tratan de sobrevivir cada día como náufragos. Jack Shephard, un doctor con un gran sentido de la responsabilidad y cuyo único objetivo es preservar el bien del grupo, se erige como líder, pero no está solo. La rebelde Kate Austen, el impulsivo y sarcástico Sawyer, el enigmático John Locke, el ingenuo Hurley, el ex soldado Sayid Jarrah y más supervivientes, tratan de entender la nueva situación que parece complicarse más y más cada día en una misteriosa isla donde empiezan a suceder cosas raras.

Además de la vida en la isla, la serie explora en profundidad a cada uno de sus personajes mediante flashbacks, aportando profundidad (mucha) a la trama. Y cada capítulo sumando un misterio nuevo que los fans debatíamos en nuestros grupos de amigos porque hace 20 años, esto fue toda una revolución. Los foros de internet se llenaban de teorías imposibles, de detalles que no vimos en un primer momento, de referencias que parecían una locura. Cada fotograma era analizado exhaustivamente porque éramos completamente adictos, algo que pocas series, por no decir ninguna, ha conseguido replicar después. Quizá ‘Juego de Tronos’, pero no al nivel de ‘Perdidos’, eso te lo aseguro, que he sido una friki de nivel enfermizo de ambas. Lo vivido con ‘Perdidos’ no ha vuelto a pasar.

Mathew Fox, Terry O'Quinn, Jorge García, Evangeline Lilly, Josh Holloway, Naveen Andrews, Dominic Monaghan, Yunjin Kim, Elizabeth Mitchell y un largo etcétera fueron los protagonistas de esta brillante serie que hace 20 años nos enseñaba a todos lo que era un spoiler y la tragedia que suponía comértelo antes de ver el nuevo capítulo. Nos mostraba easter-eggs sin que existieran las redes sociales que conocemos ahora. Y en seis temporadas terminaba dejándonos huérfanos y decepcionados con su final, la verdad.

Puedes volver a verla para disfrutar de la nostalgia o si aún no la has devorado, puedes descubrirla ahora, 20 años después. Cuando acabes, avísame y hablamos de ese final tan controvertido y que tanto ha marcado a J. J. Abrams.

Fotos | Perdidos (Netflix)

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