Conciertos, pelis, gimnasio, libros… Tu amiga y tú compartíais casi todo. Pero entonces la tierra se tragó a tu amiga. Bueno, la tierra no, fue su nueva y flamante relación. El misterio de la amiga que desaparece en cuanto tiene una relación está resuelto: te contamos por qué sucede y los (buenos) motivos por los que ninguno de nosotros debería hacerlo (por mucho que nuestra pareja, el sofá y la manta nos atrapen).
Puede que no sea la primera vez que lo hace. Puede que tú también lo hayas hecho alguna vez (vamos, confiesa). Casi todos hemos tenido algún amigo que es como el Guadiana, que viene y va: cuando está soltero, ¡Hola!, y cuando está emparejado… ¡Sayonara, baby! Y así una y otra vez.
Lo mejor es que la historia puede repetirse una y otra vez, porque hay quien hace de esto un patrón. Los anglosajones (que son maravillosos para poner nombres a las cosas) lo llaman “amigo boomerang”: se va, pero suele volver.
¿Cuándo constatamos la desaparición?
Los comienzos de las relaciones suelen ser bastante intensos: tu amiga tiene mariposas en el estómago, nervios, risa floja y la cabeza instalada en un loft en las nubes. Su cerebro está en plena ebullición: toneladas de oxitocina (la hormona de apego), dopamina y endorfinas (las de la felicidad y el “estupendismo”), que hacen que su atención e interés se dirijan a esa fuente de felicidad.
Por otra parte, en esta primera etapa se obtienen muchos refuerzos positivos en un formato maravilloso: besos y abrazos, miradas y cariñitos nos hacen tan felices que… ¿quién querría renunciar a ello?
Si hace poco que ha iniciado la relación vamos a darle algo de tiempo para que se centre y disfrute a tope de todas estas sensaciones (¡que luego se pasan!). Ahora bien, si hace meses que no sabes nada de ella puede que tengamos ante nosotros otro caso de “amigas que desaparecen sin decir adiós ni por Whatsapp”.
Los motivos de la desaparición
Aunque el enfado, la frustración, el sentirnos utilizados o abandonados, nos hagan pensar que solo el hecho de que le importamos un pimiento (de los pequeños, además) puede justificar semejante actitud, la realidad es que seguramente la explicación sea más compleja.
En el ser humano las conductas suelen ser pluricausales, es decir, hay más de un motivo detrás de ellas. En el caso de los amigos boomerang es frecuente encontrarnos con los siguientes:
1. Dependencia
Empezamos por uno de peso: puede haber cierto (o mucho) grado de dependencia, es decir, una excesiva necesidad emocional hacia la otra persona, en este caso su nueva pareja.
Pero la dependencia no ha aparecido de la nada, de hecho es muy posible que ya la hubiera antes… contigo, y que la haya después de la ruptura, cuando vuelva a llamarte.
Este tipo de personas necesitan a alguien ahí para ellas, alguien que les preste atención, alguien con quien establecer un lazo afectivo especial y estable. Cuando no hay pareja la dependencia se centra en los amigos.
Sin embargo ésta suele ser más fuerte hacia la pareja que hacia un amigo. ¿Por qué? Por una idea que lo sostiene (y que aunque no es real, no es funcional, es muy muy habitual oírla en consulta): con quien de verdad podemos contar en la vida es con la pareja, porque los amigos, aunque sean íntimos, tienen sus vidas.
Y digo que no es real porque lo que de verdad hay de fondo cuando nos encontramos en esta situación es un miedo y/o rechazo total a la soledad y a menudo, en un combo nada deseable, una baja autoestima.
¿Cómo se manifiesta esta dependencia?
- Necesidad de estar en contacto a menudo o constantemente: muchos mensajes a lo largo del día o llamadas “para hablar de nada” son algunas de las conductas más frecuentes hoy en día cuando somos dependientes.
- Sentir que estás abandonando a tu pareja si no pasas todo (o gran parte) de tu tiempo con ella.
- Escaso o nulo interés por lo que sucede fuera de la relación.
2. Ideas acerca de las relaciones y de la amistad
Es posible que tu amiga crea que las relaciones han de ser así de absorbentes, que piense que es lo normal, lo esperable y lo deseable. Puede que esté convencida de que el verdadero amor es aquel que te llena tanto que no necesitas nada más.
El modelo de relación que vivimos en casa, lo que en nuestro entorno cercano se ha dado por “normal” desde que somos pequeños marcará (en gran medida) la idea que forjemos acerca de cómo han de ser las relaciones. Eso, nuestra personalidad, nuestro historial de relaciones y el cine, que también ayuda.
En cuanto a la amistad, es probable que tu amiga tenga por "verdadera amistad" aquella que implica contacto a menudo, verse frecuentemente… eso que comentaba unas líneas más arriba cuando hablaba de la dependencia.
Si partimos de esta idea de la amistad y de las relaciones no es de extrañar que se vea abocada a elegir entre ambas porque se sienta incapaz de se llevarlas las dos en paralelo: el gasto energético y emocional es demasiado alto para ella (bajo estas circunstancias).
3. Una cuestión de prioridades
Es duro pensar que este pudiera ser el motivo principal, pero entra dentro de lo posible. Las personas tenemos la capacidad de elegir, de hacer planes, de tomar decisiones, y tu amiga ha decidido que se queda solo con su pareja.
Aunque… Es cierto que el tiempo libre no es infinito y que a veces nos faltan horas al día para hacer todo lo que quisiéramos hacer, ¿verdad?
Pues en estas personas esa sensación está magnificada: tienen la impresión constante de que el tiempo se pasa muy rápido, entre otras cosas porque están en plena efervescencia del enamoramiento, y el cóctel de hormonas ayuda a producir este efecto.
No lo hagas
Centrarse en exclusiva en la pareja dejando de lado a los amigos, lo social, es un error que puede tener consecuencias negativas tanto para tu relación como para ti misma.
Pregunta: ¿qué necesita el fuego para mantenerse, para avivarse? Desde luego que lo tapen, que lo asfixien, que lo encierren, no. El fuego necesita aire y lo mismo sucede con las relaciones.
A nivel individual tener relaciones sociales más allá de la pareja no solo es algo recomendable, es algo necesario. Somos pareja, pero también somos personas, individuos, con nuestros gustos y nuestras ideas propias, y todo eso se puede diluir si limitamos nuestra interacción social a la pareja, a una sola persona.
Necesitamos el apoyo, la risa, la variedad, la comprensión sin condiciones, que nos proporcionan los amigos: es una red que ayuda a la estabilidad emocional.
Así que si tu amiga se ha borrado del mapa mándale este artículo por Whatsapp e invítala a tomar un café, puede que el boomerang vuelva antes de lo que esperabas. Y, oye, si no vuelve al menos te aseguras de que todo está bien en su relación y la dependencia no está haciendo de las suyas. Suerte.
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