El benching llega a España pero yo lo sufrí hace años. Cómo evitar que te pase en tus relaciones

Subes un storie en el gimnasio. Recibes likes de tus amigas, un mensaje de tu hermano diciéndote que le des duro. También te llegan un par de fueguitos. Y de repente, un mensaje de un chico que no había dado señales de vida en meses. “Estás preciosa. Hace mucho que no hablamos, ¿todo bien?” Te suena, ¿verdad? Podrías ser tú. Casi todos tenemos una persona que te mantiene en su vida de una forma intermitente y que, en términos de relaciones románticas, no parece nunca estar disponible pero tampoco no estarlo. Cuando parece que te has olvidado, regresa para mandarte un mensaje, darte un fuego en redes sociales o simplemente para decirte que sigue ahí.

Es lo que se conoce como benching, o tener a alguien en el anzuelo como explicaban en un capítulo de ‘Cómo conocía a vuestra madre’: alguien que te mantiene en reserva, para tener siempre la oportunidad de poder tener algo contigo. En la serie lo reflejaban con una frase: “no puedo estar contigo… ahora mismo”. Tú estás enganchada a alguien que no quiere nada contigo, pero que te da lo justo para que sigas en el anzuelo.

Ahora el benching se ha puesto de moda, y es una práctica cada vez más común. Hasta hay un hashtag #benching en TikTok que la gente usa para describir sus experiencias. Pero aunque esté poniéndose de moda ahora por la manera que tenemos de relacionarnos, el benching lleva aquí tanto tiempo que pondría la mano en el fuego porque seguro que conoces a alguien que lo practica, a una amiga que lo sufre o que tú misma lo hayas sufrido. O provocado. Ahora, con las redes sociales y las nuevas tecnologías, la tendencia está en alza.

Por qué el benching se ha puesto de moda

Sabrina Romanoff, psicóloga clínica y profesora de la Universidad Yeshiva, explicaba a Verywellmind que uno de los motivos por los que cada vez hay más benching es por el uso de aplicaciones de citas del estilo de Tinder, en el que “las personas tienden a verse abrumadas por la variedad de opciones y a menudo hacen malabarismos con múltiples parejas”, afirma. Las redes sociales y las aplicaciones de citas facilitan el contacto con varias personas al mismo tiempo y darle migajas a otra persona es más fácil que nunca gracias a este tipo de interacciones. Enviar un mensaje, un fuego o una publicación como si hiciéramos pebbling es algo al alcance de la mano. Con las redes sociales podemos estar presentes siempre y con un esfuerzo mínimo.

Según la experta, pueden existir muchas razones por las que alguien hace benching, empezando por un miedo a estar solo y el hecho de que tengan expectativas poco realistas con respecto a sus parejas, pasando por que existe un cambio real en el comportamiento de las citas y las aplicaciones favorecen que entablemos relaciones como si estuviéramos comprando ropa y no conociendo a una persona. La persona que hace benching también puede tener una personalidad narcisista, algún trastorno del apego, problemas de autoestima u otros problemas emocionales según los estudios, pero no hace falta tener problemas de salud mental para hacerlo. Es más común de lo que parece. Según una encuesta de Plenty of Fish, el 63 % de las personas han experimentado el "benching" y el 45 % se lo ha hecho a otra persona.

La persona que te hace benching está con alguien que no eres tú, tiene a alguien ya en mente (que no eres tú) o está intentándolo con alguien (que sigues sin ser tú). A ti te tiene en el banquillo, por si acaso. Como en la película ‘Qué les pasa a los hombres’, donde el personaje de Kevin Connolly seguía detrás del de Scarlett Johansson cuando ella estaba más interesada en el personaje de Bradley Cooper.

Cómo identificar el benching

Como bien explica el doctor en medicina Bruce Y. Lee en Psychology Today, podemos identificar el benching con algunas claves:

• Disponibilidad limitada. Cuando está disponible es en franjas mínimas y siempre cuando le viene bien, y siempre encuentra  excusas para justificar su falta de tiempo o compromiso, es que realmente no le interesas, pero no quiere dejarte marchar.
• Inconsistencia. Actúa de forma muy contradictoria, cambiando de planes en el último minuto constantemente. Le cuesta concretar un momento específico para quedar contigo y cuando lo hace, poco antes de que llegue el momento, lo cancela o aplaza sin fecha definida.
• Comunicación intermitente. No te habla durante días y de repente vuelve, como un fantasma que aparece y desaparece.
• Interacciones unilaterales. Si estás haciendo todo el trabajo sin suficiente reciprocidad, es posible que te estén haciendo benching. Esa persona además, siempre prioriza a otras por delante de ti.

Qué hacer si sufro benching

Te voy a hablar desde mi propia experiencia porque he sufrido benching y cuando entendí qué pasaba, busqué la manera de cuidar mi bienestar emocional. En aquel momento mi psicóloga me indicó que era necesario que hiciera varias cosas:

Habla con la otra persona. Si crees que estás sufriendo benching, habla con la otra persona de forma honesta y directa acerca de tus sentimientos e intenciones con esa relación. Si la otra persona se muestra inconsistente de nuevo, pregúntale de forma directa y si sigue con excusas y sin dejar clara su postura hacia vuestra relación, pasa a los siguientes puntos.

Establece límites. Sé claro sobre lo que quieres y esperas de una relación y no te conformes con menos. Si no respeta tus límites, díselo y aléjate, porque lo más importante de poner límites es hacer que se respeten.

Prioriza tus necesidades. Piensa en esto: ¿quieres estar esperando eternamente a que alguien valore lo maravilloso que es estar a tu lado? Concéntrate en tu propia felicidad y bienestar, y haz cosas que te hagan sentir bien. Esperar a que un cucaracho salga una vez al mes a decir hola con la patita, no está entre ellas. Prioriza tu propio bienestar.

Pasa página. No pasa absolutamente nada por decirle a esta persona en la próxima interacción que tenga contigo que no estás interesada y que por favor, no te escriba más.

No malgastes tu tiempo y energía en alguien que no lo merece. Corta el contacto con esa persona y pasa página, porque como no te quites ese anzuelo en el que estás amarrada, nunca podrás ser feliz porque te quedarás esperando eternamente a algo que no llegará. Personalmente lo hice y me funcionó. Esa persona ya no forma parte de mi vida y ya no siento que esté atada a ella. Y aunque me costó un tiempo lograrlo, ahora he dejado de estar en el banquillo y soy jugadora titular de mi propia historia de amor.

Fotos | Peter Conlan en Unsplash

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