En un mundo globalizado y en constante cambio, el amor evoluciona y la generación que nació con el wifi bajo el brazo lo sabe. Son los también conocidos como 'millennials', el grupo que abarca a los nacidos entre 1984 y el 2000, unos jóvenes para quienes el concepto del amor ha sido reinventado. ¿Pero cómo se plantea el amor para los millennials, especialmente si están soltero/a?
No necesitan que alguien les complete
Los millennials que buscan pareja no necesitan que nadie les complete. "Ser consciente de esto ayuda a decir 'no' a muchas relaciones tóxicas o que definitivamente no tienen que ver uno mismo", analiza Marisol Rodríguez, psicóloga y psicoterapeuta. Esta generación prioriza en ellos, se cuidan a sí mismos y se permiten ser diferentes.
Amor por uno mismo
"La famosa frase 'te quiero pero yo me quiero más' debería estar instaurada en todas las relaciones", asegura la experta. "En la generación anterior se podía ver como un acto de egoísmo, pero no hay acto de amor más puro hacia el otro que cuidarse uno mismo para poder dar al otro".
"Cómo se aceptan y el valor que se dan a sí mismos influye directamente en la dinámica que establecen y en lo que permiten a sus amigos/pareja", expone el psicólogo Camilo Romero.
Sin embargo, como consecuencia de este amor propio, "este proceso de cambio individual les ha llevado a muchos de ellos a un protagonismo en el que su papel les impide observar todo lo que está sucediendo", se plantea Romero.
"Buscan conquistar esa anhelada felicidad y bienestar y por tanto evitan conocer cualquier información desagradable pero real que les saque de la burbuja en la que están", matiza.
Nada es para siempre
Al contrario que en la generación anterior, la conocida como Generación X (de los nacidos entre los años 1960-1984) se peleaba por tener un trabajo que te durase al menos 20 años y un cónyuge con el que pasar el resto de tu vida.
"La manera en la que se desarrollan los procesos de contratación en las empresas ha cambiado. Estamos ante nuevas dinámicas. No hay más que ver cómo han desaparecido los contratos a término indefinido", recoge Rodríguez.
También pasa con la dinámica de las relaciones, ya no nos casamos para poder vivir juntos ni depositamos todos nuestros ahorros en una hipoteca: "La precariedad laboral impide que nos asentemos. No sabemos dónde estaremos mañana y por eso se opta por el alquiler la mayoría de las veces. Lo mismo pasa con el matrimonio, ya no es necesario dar el 'sí quiero' para poder vivir en pareja", nos cuenta.
La generación millennial ha construido la firme idea de que 'nada es para toda la vida' y se adapta rápidamente al cambio. Un trabajo puede durar un telediario, al igual que una pareja. Y no, no es el fin del mundo.
Sin compromiso...
"Esta generación de adultos contemporáneos muchas veces se resiste al compromiso: no quieren casarse ni formar una familia... y no pasa nada", apunta la psicóloga y psicoterapeuta. Entre otras, "porque el sueldo no alcanza y una gran cantidad de estos jóvenes aún dependen económicamente de sus padres".
Según un reciente informe del Urban Institute, centro de reflexión en Washington D.C., que se encarga de realizar estudios de política económica y social a nivel mundial, más del 30 % de las mujeres 'millennials' seguirán siendo solteras a los 40 años. Por el contrario, el 82% de las mujeres de una generación anterior ya estaban casadas antes de los 40.
... pero con plan b
A pesar de que rechazan a priori a idea de ser padres o madres a corto plazo, las 'millennials' no quieren descartar esta posibilidad y quieren tener a mano todas las opciones (siendo conscientes de que cuanto más tarde, menos fértiles).
"Muchas de ellas, generalmente a partir de los 33 años, empiezan a congelar sus óvulos porque les preocupa su reloj biológico. De esta forma pueden preservar su fertilidad y convertirse en madres con garantías a una edad más tardía. Suelen ser mujeres solteras o con pareja pero poca reserva ovárica", explica Marisol.
También piensan en la adopción, pero lo interesante de todo esto es que si quieren tener familia, la tendrán con o sin pareja, porque en el siglo XXI la economía se lo permite.
Vivir en el 'aquí te pillo, aquí te mato'
María Gómez, profesora de psicología especializada en terapia de parejas, nos describe la cultura del 'aquí te pillo, aquí te mato' como "una cultura basada en la falta de relaciones".
"Es un tipo de relación al que recurrir fácilmente, no implica compromiso y puedes ir a tu aire... También es lo que se conoce como el clásico follamigo".
El ghosting existe (por desgracia)
Otro de los temas que debes recordar cuando empieces a hablar con gente y demuestres especial interés en alguien, es que, por desgracia, el ghosting es una realidad. Sí, sí, aunque parezca increíble las relaciones van y vienen en cuestión de segundos.
El 'ghosting' se da cuando de la noche a la mañana desaparecen de tu vida sin dar explicaciones. De repente ignora las llamadas, puede incluso que te haya bloqueado en whatsapp y en redes sociales. Sólo tendrás la certeza de que ha decidido pasar de ti.
"He tenido muchos pacientes que han venido con este problema. Muestra falta de madurez por parte de la persona que desaparece. Que alguien se vaya de pronto de tu vida genera ansiedad y tristeza, de pronto sentimos que una parte de nosotros ha sido arrancada de golpe y no hemos podido cerrar en condiciones la relación. Se necesita una despedida siempre. Es la parte clave para cerrar un duelo", recoge María Gómez.
Más abiertos y tolerantes
La sociedad millennial no tiene nada que ver con la de sus antecesores. No todo es sí o no. El amor y la vida tienen tonalidades y esa escala de colores es apasionante.
Encuentras mucha gente que no se considera 100% heterosexual y los temas tabú que giraban en torno al sexo de pronto se han convertido en el tema del que hablar durante las cervezas. Además, la monogamia no ha muerto, pero cada vez más gente se está pasando al poliamor...
"Las consultas de hace diez años estaban llenas de pacientes que tenían miedo a salir del armario o a confesar que les gustaban personas de ambos sexos. Aunque sigue existiendo gente que aún trabaja en ello, es normal, cada vez son menos los pacientes que llegan con la sensación de que no van a ser aceptados en su familia o círculo de amigos. Y esto es un avance espectacular para nuestra sociedad. Ser educados desde el amor, sea el que sea", dice la experta.
Esto ya no es cosa de hombres
"Pagar la cuenta ya no una cosa de hombres y nunca deberían sentirse obligados a ello; al igual que no son siempre los primeros en dar el primer paso a la hora de ligar", nos cuenta María Gómez.
Nos acercamos hacia una igualdad social, sexual y económica y esto también se nota a la hora de elegir una pareja. Nada nos ata. "Incluso en la generación anterior todavía encontramos mujeres que dependen económicamente del marido. He tenido pacientes que esa falta de poder económico no les ha hecho lo suficientemente libres en su relación/matrimonio", recalca la experta.
"Las mujeres han pasado a tomar la iniciativa y a ser mucho más dominantes en la cama. No se conforman como antes ni esperan a que el hombre les acaricie primero", añade.
Tinder
Es una herramienta imprescindible para cualquier millennial y no solo para el sexo. "Esta aplicación de citas se ha instaurado en sus vidas como un fenómeno cultural que la gente ha dejado de tratar con ironía. Tinder ya forma parte del millennial y cobra la misma importancia que ir a un bar a conocer a alguien", explica la sexóloga Elena R.O.
"Es poco probable que los millennials vayan a abandonar las aplicaciones por completo a corto plazo. Hay muchos que se alejaron de Tinder pero que tras la pandemia han decidido volver... También están los fieles a la app (resistirán pase lo que pase) y los que han aprendido que este tipo de aplicaciones no garantizan un alma gemela", razona Marisol Rodríguez.
Ponen límites
Empiecen la relación que sea, antes de conocer a una persona saben perfectamente cuáles son sus límites porque lo han aprendido a base de prueba/error.
"Mientras que antes se hacía caso omiso a los problemas y se guardaban en un cajón, ahora se busca ser honesto y encajar en lugares que te permiten crecer", asegura Marisol Rodríguez.
Han aprendido que alejarse de lo que hace daño no es ser egoísta. "Lo que no es para ellos no lo fuerzan ni se sienten mal por ello".
Les cuesta comunicarse (porque con las redes se evita el cara a cara)
Quedarse en silencio es una práctica típica de los millennials. Las redes sociales se han convertido en su enemigo para el tema de la comunicación, aunque se crea todo lo contrario.
"Son una herramienta muy útil para escabullirse y muy cobarde para afrontar un problema de comunicación. Soltamos a través de Whatsapp o Instagram todo lo que no nos atrevemos a decir en persona porque hablar de temas incómodos suele ser todo un reto", recoge la sexóloga, y afirma que muchos de sus pacientes tratan temas tan delicados como el de la sexualidad a través de la pantalla. Comunicarse es esencial. "Pregunta en lugar de asumir y acepta tu responsabilidad".
Anticonceptivos
Las millennials están dejando de tomar la píldora anticonceptiva y definitivamente ya no es el método anticonceptivo más utilizado en España.
Según un estudio realizado por la Sociedad Española de Contracepción, tan sólo el 17% de estas mujeres continúan tomándola en la actualidad, frente al 30%, que opta por el preservativo.
"Sólo el 64,2% de las chicas consulta con su ginecólogo el método anticonceptivo a utilizar", expone María Gómez. "Rechazan la píldora especialmente por sus efectos secundarios: aumento de peso, falta de líbido, revolución hormonal... También hay muchas que se niegan en rotundo por un tema puramente feminista: ¿por qué debemos medicarnos nosotras?".
Y finaliza asegurando que "muchas se han pasado a otros métodos como el DIU, ya que el hecho de no tener que acordarte a diario de tomar una pastilla es otro de los motivos de este cambio en los anticonceptivos".
La educación sexual, una asignatura pendiente
La educación sexual fue una asignatura pendiente en la mayoría de los colegios e institutos de la época millennial. Según nos cuenta Elena R.O., la manera de educar en el sexo ha variado en comparación con la generación de sus padres: "Los jóvenes llegan a mi consulta con muchas dudas y comienzan a hablar con naturalidad sobre sexo a partir de los 25 aproximadamente... se vuelven autodidactas".
Ante todo: Carpe diem
Lo de planificar y posponer citas es historia pasada. Los millennials solteros lo quieren todo ya. Además, según un estudio recientemente publicado por Bank of America Corporation, esta generación apenas ahorra (sólo a corto plazo) pensando en su futuro y su prioridad es disfrutar el presente lo máximo posible.
"La generación anterior dejó de lado muchos sueños por construir un futuro. Ahora funciona al revés. Viajar al extranjero, acumular experiencias, conocer gente, salir a cenar, comprarse un móvil nuevo, el gimnasio, suscribirse a todas las plataformas posibles, apuntarse a todos los cursos posibles... es otra forma de vida. Esta generación ahorra para llevar el estilo de vida deseado", expone, como conclusión, María Gómez.
Fotos | Search Party, Modern Love, Lover, Por qué las mujeres matan, Girls, Tully
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