El autosabotaje es un arma de doble filo. Un asunto no resuelto. Una dinámica de sobreprotección. Un mecanismo interno que se apodera de nosotros y nos lleva a boicotear de manera inconsciente determinadas situaciones yendo en contra, incluso, de nuestros propios deseos.
Por un momento es aliviador, claro, pues te protege de ese miedo y evita el malestar (durante un tiempo). Pero las consecuencias a largo plazo no lo son en absoluto ya que impide que consigamos nuestras metas. Y claro, en las relaciones amorosas no iba a ser menos...
¿A cuántos nos han roto el corazón? ¿Cuántos hemos sufrido por exponernos demasiado en el amor? "Las decepciones amorosas son la primera causa del autosabojate en la pareja. La idea de volver a experimentar ese dolor nos lleva a ponernos impedimentos en la relación y nos impide avanzar", expone el psicoterapeuta Manuel Prieto.
"Se crean conflictos, se buscan situaciones tormentosas, se trata mal a la otra persona, nos alejamos de él aunque lo que queramos es lo contrario... Detrás de ese comportamiento se esconde en realidad un problema profundo de autoestima. Nos protegemos del dolor y despreciamos determinados comportamientos amorosos, aquellos en los que nos volvemos vulnerables, porque creemos que volveremos a experimentar el fracaso o la desilusión si volvemos a 'tirarnos a la piscina'", explica Prieto.
Como nuestro objetivo es no volver a pasar por ahí, nace el famoso 'autosabotaje' que, fruto de nuestros miedos, se nutre de pensamientos negativos. ¿Qué podemos hacer para remediarlo? De mano del experto, te damos las claves para dejar de hacerte daño y reconciliarte con tus miedos.
Acepta tu parte saboteadora (no la niegues)
El primer paso para empezar a cuidarte a ti misma y abandonar el autosabotaje consiste en aceptarlo a través del autoconocimiento. "Trata a tu parte saboteadora como una parte más de ti misma y no la niegues. Céntrate en conocerla y trabaja con esa parte para reconciliarte con ella y empezar a gobernarte".
¿Cómo reconocerla? Fijándonos en cómo 'nos hablamos' en nuestra cabeza. "Suelen ser pensamientos derrotistas", asegura. Por eso, entender que estás autosaboteándote es fundamental para tratar de frenarlo. "Este proceso recomiendo hacerlo con la ayuda de un terapeuta. No siempre es fácil reconocerlo, y menos en uno mismo, pero el autosabotaje puede llegar a ser hasta adictivo y tiene un punto de atracción que engancha".
Identifica las causas de raíz y analiza tus patrones de comportamiento
En segundo lugar, entender las causas de raíz evitará que continúes haciéndolo. La pregunta clave es: ¿qué me lleva a actuar de esta manera?", introduce Prieto. "El ser humano funciona por experiencias, registra en su cuerpo cómo se sintió, qué hizo y cómo sobrevivió a determinadas situaciones desde que tiene uso de razón. De ahí que muchas veces reaccionemos de manera inconsciente y prácticamente sistemática para protegernos del exterior... sin analizar cómo nos hace sentir esa decisión y si realmente va acorde con lo que realmente queremos", añade.
El experto remarca que, teniendo claros nuestros objetivos vitales o nuestras metas, será más fácil ir en la dirección correcta para que nuestra actitud vaya alineada con nuestras necesidades.
Enfréntate a tus miedos
El experto ahonda en la importancia de escuchar nuestras emociones, en concreto nuestros miedos. "Hemos de aprender a gestionarlas y no guardarlas en un cajón. Abracemos al miedo y aprendamos a convivir con él... aunque nos de miedo fracasar".
Manuel advierte que no podemos vivir anclados en el pasado eternamente. "Hemos de reconciliarnos con el pasado y empezar a sanar para poder entender que cada persona y circunstancia es un mundo. ¿Las cosas 'malas' que nos han sucedido volverán a repetirse exactamente igual? Claro que no. Abraza la nueva situación que estás viviendo e inténtalo de nuevo poniendo todo tu cariño", explica Manuel.
"Superar nuestros traumas, bloqueos o heridas pasadas es necesario para avanzar. Y recuerda: la vida es muy corta para no ir detrás de lo que más quieres. No desperdicies la oportunidad de ser feliz".
Quiérete (deja de lado tu juez sentenciador)
Sí, lo que lees. Sé amable y cariñosa contigo misma. Es el momento de quererte (ahora y siempre) y ser empática. No pienses que no te mereces ser feliz o que es demasiado bueno como para ser real. No aceptes las creencias limitantes que te montas en tu cabeza. Tú vales mucho.
Con el fin de dirigirnos hacia nuevas conductas que nos hagan sentir mejor, el psicoterapeuta nos invita a observar atentamente nuestros patrones de comportamiento, sin juicio ni acritud. "Es importante que nos preguntemos: ¿qué suelo hacer en este tipo de situaciones? ¿Realmente actúo como yo quiero? ¿Qué se esconde detrás de ese tipo de acciones?", se pregunta. Tómate tiempo para procesar todas estas cuestiones.
"Mírate desde fuera como si vieras a un niña pequeña que empieza a conocerse a sí misma. Observa tus acciones con amor y compasión, sin acritud, e imagina que quisieras ayudar a esa niña contra todo lo que le está bloqueando".
La vida es ensayo error
Tírate a la piscina aunque duela. Es peor la sensación de fracaso que la de no haberlo intentado. "Los 'y si' son tremendos, nos bloquean e impiden que naveguemos por aguas turbulentas. Recuerda que la montaña cuesta subirla pero cuando llegas a la cima... las vistas son maravillosas", explica Prieto.
Imagina cómo sería tener lo que realmente quieres, paso a paso. No está mal, ¿verdad? ¿Y si no sale bien? "Habrás sumado una nueva experiencia a tu vida y habrás aprendido algo de provecho. La vida es ensayo y error".
No te avergüences por pedir ayuda
Por último, el experto nos recuerda la importancia de pedir ayuda cuando la necesitemos, bien sea a amigos o a profesionales. La atención profesional nos servirá para sanar esos traumas que muchas veces no somos capaces de afrontar en soledad.
"Creo que todos en algún momento hemos experimentado el autosabotaje. Influye la autoestima pero también la experiencia, como consecuencia de ir abriéndonos camino y, como es lógico, nacen los miedos y las dudas. Por eso es importante tener apoyo y asesoriamiento", concluye.
Fotos La boda de mi mejor amigo
