Llegas a casa después de una cita. Ha ido bien, sientes que habéis conectado. Os habéis reído, hablado y al final hasta hubo un beso. Uno lento y bonito. Me gusta, te has dicho cuando volvías a casa.
Has abierto el whatsapp y has escrito un “me lo he pasado genial esta noche, ya tengo ganas de repetir”. Enviar. La persona lo ha visto, de hecho lo has visto en línea. Pero ha desaparecido. No da señales de vida. Mierda, piensas, ¿me está haciendo ghosting?¿Por qué? ¡Si fue una cita de película!
Dos días más tarde te contesta con un “estuvo genial, sí, yo también quiero repetir”. Piensas que es un caso aislado y no le das más importancia porque habláis un poco más y parece que sí le gustó la cita y piensas que quizá solo se está haciendo de rogar y es un pequeño juego.
Pasan los días, habláis de vez en cuando pero siempre, siempre, tarda lo que te parece la vida en contestar. Cada maldita vez. Aunque termina contestando como si nada. Amiga, lo que pasa es que te está haciendo cricketing.
Qué es el cricketing
El concepto cricketing procede de un animal. De su sonido. Concretamente del grillo, un insecto que hace un sonido clásico parecido a un “cri,cri” que en el silencio se vuelve incómodo. Pero no tiene que ver con el bicho, el cricketing es una técnica que hace alusión al “dejarse desear”, o lo que es lo mismo, esperar mucho tiempo (demasiado) antes de responder por ejemplo un whatsapp.
Las personas que hacen cricketing son aquellas que te dejan en visto y no te contestan hasta dos días después. Son aquellas que nunca te cogen el teléfono, aunque lo tengan en la mano y que llevan al siguiente nivel eso del ghosting, porque piensan que así la expectativa con ellos será mayor. Desaparecen, pero sabes que vuelven a aparecer al estilo de lo que te explicamos con el breadcrumbing. Pero lejos de conseguir deseo con ello, lo que provocan es frustración y que la persona que lo recibe, se llene de dudas e inseguridades.
De hecho una de las características de este comportamiento no es que se “olvide” de contestarte, es que deliberadamente deja pasar ese tiempo, sabiendo lo que puede generar en la otra persona. Quiere tener un control máximo de la situación y ser quien decide cuándo, cómo y dónde en todo momento.
Cómo saber si te está haciendo cricketing
Lejos de lo que pueda parecer, no es algo exclusivo de las parejas. Puedes estar haciéndolo con un amigo, recibiéndolo de una cita de Tinder o estar viviéndolo después de una ruptura. Si escribes, te lee y tarda días en contestar, es cricketing. Si siempre pospone las citas que tenéis y parece que no llegan nunca, es cricketing. Si ignora deliberadamente tus llamadas y devuelve una de cada 10 que haces tú, es cricketing.
Aunque odiamos el ghosting (pocas formas peores hay de romper con alguien que desaparecer así), el cricketing puede llegar a generar aún más sensación de frustración, porque sabes que en algún momento te contestará. No sabes cuando, pero lo hará, así que puede que te pases el día entrando en whatsapp y mirando su última hora de conexión solo para hacerte más y más preguntas de por qué no te responde, cuando en realidad lo que le pasa es que tiene responsabilidad afectiva cero.
En el que caso de que esté pasándote con tu expareja voy a darte un consejo que no me has pedido: contacto cero. Es una de los mejores consejos para superar una ruptura y te digo por experiencia, que es de los que mejor funciona. Piensa que esa relación ya no te aporta nada más que cosas malas y aléjate, como te alejarías de cosas que hacen que pierdas tu tiempo y en la que inviertes demasiada energía.
Cómo el cricketing se acerca peligrosamente al maltrato psicológico
Que te hagan cricketing puede no solo generar frustración, también dependencia y provocar en ti un estado de ansiedad constante. Nos hace inseguras, mina nuestra autoestima y es el primer paso de tantos que, como nos explica Iria Reguera, psicóloga y redactora jefe de Trendencias, terminar desembocando en un maltrato psicológico, además de que es una de las claves para detectar a un misógino.
Si tiene que castigarte para atraerte, tenemos un problema porque ya te lo hemos dicho mil veces: las relaciones buenas son las que no te hacen sufrir. “Amiga, date cuenta”, si te has dado cuenta de que te hace cricketing, ahí no es.
Fotos | Joshua Rawson-Harris, Daniel Apodaca, Wolfgang Hasselmann y Samantha Gades en Unsplash
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