Si estas leyendo esto es posible que en algún momento hayas terminado con una relación. Bien por tu parte o por la suya, todos hemos vivido el fin de una relación e incluso es posible que hayas tenido que seguir algunos consejos para superar una ruptura de pareja que abarcan desde el sanitizing hasta el contacto cero.
Pero aunque existen métodos para romper con tu pareja desde el respeto, hay otros que no son nada saludables y que por desgracia, cada vez se ponen más de moda. No te hablamos del ghosting, aunque la práctica que vamos a explicarte se parece mucho. Hablamos del slowfading, una nueva tendencia para romper con una pareja que es tan tóxica como el ghosting.
Qué es el slowfading
El slowfading es un término que nace de las palabras en inglés “slow” (lento) y “fade” (desvanecimiento), y que traducido sería “desaparecer lentamente”. Aunque este fenómeno es similar al ghosting no es exactamente lo mismo. El ghosting es desaparecer como un fantasma, "cuando una persona, sin previo aviso, deja de contestar tus mensajes. Simplemente desaparece de tu vida sin ningún tipo de explicación", tal y como nos explicaba el centro de psicología y psiquiatría Somos Mandarina.
El slowfading por su parte es, según nos aclaran desde la aplicación de citas Adopte, “ese momento en el que una persona termina una relación desapareciendo gradualmente de la vida de la otra persona.” En lugar de sentarse y hablar con la otra persona, va dejando de mostrar interés poco a poco en ti.
El peligro del slowfading
La diferencia con el ghosting es el tiempo en el que se produce esa ruptura, porque el slowfading es mucho más sutil, pero también mucho más doloroso. Desaparece pero poco a poco, dejando preguntas sin respuestas en tu cabeza y haciendo que nos preguntemos constantemente qué hemos hecho mal.
Este tipo de rupturas pueden provocar un efecto de incertidumbre que afecte a tu autoestima y, en palabras de la psicóloga Tamara de la Rosa, un “desajuste emocional tormentoso”, llegando a producir ansiedad.
Cómo saber si me hacen slowfading
Según la psicóloga María Esclapez, hablamos de responsabilidad afectiva como “la conciencia de que lo que decimos y hacemos (o no lo que no decimos y hacemos) tiene un impacto en los demás. En su libro Me quiero, te quiero nos explica que “en una relación de pareja, tener responsabilidad afectiva es respetar las necesidades y emociones propias respetando también las de la otra persona desde que se establece un vínculo”. Sea el que sea. Aunque hablamos de amigos con derechos debe existir una responsabilidad afectiva.
Me quiero, te quiero: Una guía para desarrollar relaciones sanas (y mejorar las que ya tienes) (Bruguera Tendencias)
Este tipo de rupturas no solo se producen en parejas asentadas, es común en parejas casuales y puede darse también en relaciones de amistad y es una muestra de que no existe esa responsabilidad afectiva de la que te hablábamos.
Por suerte hay una serie de patrones comunes en esta práctica que nos permitirán identificar que nos están haciendo slowfading.
Tarda mucho en responder a tus mensajes
Es cierto que todos estamos muy ocupados, tenemos trabajo y vida independiente (vital si no queremos una relación dependiente y tóxica) y que tu pareja te conteste al segundo no es realista ni algo que busquemos. Pero una cosa es que eventualmente tarde en contestar porque es una persona ocupada y otra muy distinta es que después de hacer love bombing, ahora se muestre distante y siempre tarde en hacerlo por norma.
Contesta con monosílabos
Además, habéis pasado de hablar durante horas a conversaciones en las que te contesta siempre con monosílabos y de una manera tajante, como si no quisiera ni hablar contigo. De hecho parece que vuestra comunicación, esencial en las parejas, va muriendo como una planta que no se riega.
Pone excusas ambiguas y lo niega
Otro de los patrones que se repite es el de darte respuestas ambiguas y negarlo después. Un ejemplo para que lo entiendas. Le dices que quieres quedar esa tarde para ir al cine y te contesta que “ya veremos”. La tarde pasa e insistes, y la otra persona te da largas en lugar de decirte que no tiene ganas de quedar o de ir al cine, lo cuál sería completamente entendible porque no tenemos por qué querer pasar todo el tiempo del mundo con nuestra pareja. Entonces tú preguntas “¿no te apetece quedar?” y lo niega. Lo que te dice no coincide con lo que hace.
Cada vez quiere quedar menos
Antes os veíais más a menudo pero cada vez quedáis menos. Siempre tiene algo que hacer, ha quedado con otra gente o tiene mucho lío y de manera gradual vuestras citas se van dilatando en el tiempo.
No hace planes contigo
Por último, eres tú la persona que siempre propone los planes y que da el primer paso para quedar. La persona que hace slowfading escurre el bulto siempre y no hace ningún tipo de planes contigo.
Esa persona tiene la cobardía por bandera y no es capaz de romper contigo y lo mejor que se le ocurre es hacerte slowfading para que te canses tú y hagas el trabajo sucio. Amiga, date cuenta. Ahí no es y la gente tóxica cuanto más lejos, mejor.
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