Los “lunes mínimos” podrían ser la clave para mejorar tu relación de pareja según los expertos… pero tiene truco

Marisa Jo Mayes es creadora de contenidos en TikTok y fundadora de una startup. En Estados Unidos se ha hecho viral por promover lo que ella llama "lunes de lo mínimo imprescindible" en el trabajo, una tendencia que busca el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

En palabras de la propia creadora "es una forma de empezar la semana dándose prioridad a uno mismo como persona antes que como empleado". Lucha contra un pensamiento que muchos tenemos interiorizado, la "cultura de la prisa". Perfeccionismo, autoexigencia y responsabilidad excesiva que puede terminar en el llamado burnout laboral.

Esa cultura de la prisa provoca un ciclo de estrés y agotamiento que comenzamos ya el lunes al llegar a la oficina, y termina dejándonos sin energía desde principios de la semana, sin fuerzas para hacer nada más hasta llegar al fin de semana cuando solo queremos descansar y nos ataca lo que los expertos llaman "la angustia del domingo".

Y aunque ella propone aplicar esos “lunes mínimos” o "lunes de lo mínimo imprescindible" en el ámbito laboral, es algo que podemos incluir en nuestras relaciones de pareja y que afecte positivamente a nuestra vida. O no, porque tiene truco.

Qué son los “lunes mínimos”

Si hablamos de los lunes mínimos en el trabajo, lo hacemos de una forma de autocuidado como el JOMO. Según Theresa E. DiDonato Ph.D. de Psychology Today, “es una forma de luchar contra sentirse abrumado, agotado o estresado por todo lo que conlleva el trabajo. En su corazón hay una filosofía de autocuidado que sugiere que priorizar el yo y evitar los factores estresantes generará mejores resultados. Tu trabajo es solo tu trabajo, así que priorízate a expensas de tu trabajo.” Es decir, que los lunes hagamos lo imprescindible laboralmente hablando y nada más.

Esa filosofía de "sobrevivir" es ajustable a las relaciones de pareja aunque, como ocurre con todo, puede que no sea para nosotros.

Cómo aplicar los lunes mínimos a las relaciones de pareja

Ya te hemos contado en más de una ocasión que la clave de la felicidad de una pareja no es el amor y si queremos que dure, tiene más que ver con la comunicación diaria y con un “trabajo” conjunto para mantener la relación.

Por eso cuando leí sobre los lunes mínimos pensé en que se refería justo al contrario, hacer más en la relación, obligarnos a hacer cosas en pareja. Pensé que hablaba de exigirnos un esfuerzo extra, una planificación, como podríamos hacer con el sexo. Pues no. Vamos a aterrizar esos lunes mínimos en las relaciones.

Según Brian Ogolsky, “para mantener las relaciones saludables, las parejas deben mitigar las amenazas a su relación para que no empeore y mejorar la relación para que sea mejor de lo que es actualmente”, algo que introducido entre todas las tareas diarias puede ser absolutamente abrumador. Trabajo, niños, padres, familia, amistades, casa y la propia relación de pareja. Encontrar energía para llevar a cabo todo no solo es estresante, sino que parece tarea imposible.

Los lunes mínimos hablan de autocuidado, pero si hablamos de relaciones saludables no podemos mantener una relación con el mínimo esfuerzo, sino más bien invertir en la relación. Pero es cierto que, según los expertos, invertir en uno mismo es invertir también en nuestra relación. Practicar el amor propio es el primer paso para querer bien a otros en palabras de la psicóloga y redactora jefe de Trendencias Iria Reguera.

Así, reducir nuestro nivel de exigencia en pareja podría ser la clave para mejorar nuestra relación si se ha convertido en una tarea más del día a día, en una obligación. Aunque llegados a ese punto parece el momento de preguntarnos si es ahí, si queremos continuar con una relación que más bien parece un trabajo.

Por eso repetimos: no es aplicable a todos. Especialmente si hacemos caso de la afirmación de la doctora DiDonato que dice que “para muchas personas en relaciones satisfactorias, el cuidado personal es el cuidado de la relación: tiempo de ocio con una pareja, humor, intimidad sexual y gestos afectuosos.” Y para eso no hay un mínimo.

Fotos | Marcko Duarte, Toa Heftiba y Tanya Trofymchuk en Unsplash

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