Seguimos engrosando un glosario de terminología relacionada con las relaciones que parece no acabarse nunca, pero es que esto de vincularse con alguien da para mucho. Esta vez vamos a hablar de un concepto que hemos sufrido, pero también provocado a parejas con las que hemos estado.
Se llama banksying y tiene que ver con el final de una relación, pero aunque nos parezca a priori una buena idea, no lo es. Te lo digo por experiencia.
Qué es un banksying en las relaciones
La palabra banksying viene de Banksy, el conocido artista británico. Concretamente viene de la performance que se marcó con su obra "Niña con globo" en 2018. Podríamos decir que lo de Banksy es arte efímero con mayúscula, porque después de subastar su obra por 1,18 millones de euros, el artista destruyó la pintura ante los atónitos ojos de todos los presentes.
Evidentemente Bansky preparó la autodestrucción de su obra, y es en este detalle en el que está la definición a nivel de parejas de banksying, que traducido del inglés podría ser algo como “hacerse un Banksy”. El banksying hace referencia a esas personas que llevan tiempo sabiendo que la relación va a terminar, como Banksy sabía que terminaría con su obra. Aquellas personas que pasan semanas sabiendo que una relación va a acabar y planeando esa ruptura tal y como lo planeó el artista.
Según una encuesta de Plenty of Fish, una de cada cuatro personas lo había llevado a cabo en su vida y el 44% de los encuestados pensaba que lo había sufrido alguna vez. Yo entre ellos y en el segundo grupo.
Cuando conoces a tu pareja después de muchos años y ves que existen patrones que cambian de repente pero a la pregunta de ¿qué te pasa? la respuesta es siempre nada, sabes que algo pasa. Y algo gordo. Lo sé porque lo he vivido no una, sino dos veces y con la misma persona.
Sé lo que piensas “esta chica muy lista no es”. Pues oye, quizá tienes razón, porque la que era mi pareja estuvo pensando en dejarme meses en dos ocasiones de mi vida. No es que se lo planteara, algo que cualquiera que haya tenido una relación ha podido pensar. No es que pensara “¿es el momento de dejarlo o merece la pena seguir intentándolo?” Es que sabía que lo haría y lo estaba planificando cómo hacerlo. Estaba marcándose un banksying.
No estoy con él, no pienses que caeré una tercera vez. Pero es que una amiga ha estado en esa situación y me explicaba que ella lo hizo porque no sabía cómo plantearlo y no quería hacer daño a la que era su pareja. Olga (nombre ficticio para proteger a mi querida amiga), pensó que mantener la relación más tiempo mientras pensaba cómo afrontarlo, era buena idea. “Ahora sé que solo estaba siendo egoísta, pero no sabía ni cómo decírselo, y pensé que si dejaba pasar más tiempo se me ocurriría una manera mejor de dejarle”.
No existe. Quiero decir, siempre que dejamos a alguien, va a doler. Es posible que a ambas partes. Los seres humanos estamos programados para amar, para establecer vínculos con otras personas. Y lamentablemente romper ese vínculo, duele.
Evidentemente se puede romper con una pareja desde el respeto y tratar de que esa ruptura sea lo menos dolorosa posible. Superar la ruptura de pareja nos costará más o menos, pero se puede hacer. Ahora bien, si la decisión ya está tomada y sabes que no quieres continuar con tu actual pareja, no te hagas un banksying.
Es posible que el banksying sea una ejemplo más de cómo en ocasiones no sabemos manejarnos con la responsabilidad afectiva para con nuestras parejas.
Lo que podemos asegurarte es que usar la comunicación para decirle a esa persona con la que has compartido parte de tu vida que ya se ha acabado, es la mejor manera de romper con alguien. Nada de ghosting, nada de slowfading, nada de banksying. Solo la verdad.
Fotos | Maxim Kotov, Iurii Melentsov y Andrea Riondino en Unsplash
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