Las parejas “cuffing” no son nuevas, pero sí tóxicas: claves para identificarlas

Seguimos a la caza de tendencias tóxicas en lo que a relaciones se refiere, porque dicen que compartir es de guapas, pero nosotras no queremos belleza sino relaciones sanas para todos. Por eso te hemos hablado de la excusa para no comprometerse de los zetas, que ellos llaman situationships o de la tendencia para ligar que usan algunas personas pensando que no hace daño llamada kittenfishing.

Hoy vamos a explicarte otro término anglosajón que, por desgracia, parece que ha venido para quedarse. Aunque la palabra es nueva, lo cierto es que este tipo de relaciones han existido siempre y siguen siendo igual de tóxicas que antes, aunque se le haya puesto nombre nuevo. Hablamos de las parejas cuffing.

Qué son las parejas cuffing

Cuando leas la definición podría parecerte que hablamos de las relaciones boomerang, pero lo cierto es que se diferencian de ellas en algo: las estaciones. El término es cuffing y consiste en pasar con alguien los meses de invierno para dejar la relación en verano. ¿El motivo? Que en invierno tengo menos planes y no quiero estar solo/a, y lo que hago es salir con alguien, pero en verano me quiero ir de farra y no quiero pareja. Hay personas haciéndolo. Más de las que imaginamos.

Nace del término inglés "cuff "(esposa es una de sus acepciones) y sería algo así como “esposarse”. De hecho en Estados Unidos tienen hasta una “temporada de esposas” o cuffing season. De locos.

La psicóloga Silvia Congost, experta en dependencia emocional, autoestima y relaciones tóxicas explica que "entre principios de noviembre y finales de febrero el ser humano siente una mayor predisposición a estar en pareja, a tener una relación más o menos estable y a comprometerse a un mayor nivel si ya tenía pareja". El cuffing es una relación temporal que se forma entre septiembre y marzo. Justo en esas fechas.

Es ahí cuando buscan una pareja estable para pasar las noches frías en compañía y terminar con la relación cuando llega el calorcito. Puede haber un consenso como en las relaciones de amigos con derechos y que ambos miembros de la pareja sepan lo que hay y exista una responsabilidad afectiva entre ellos, pero puede ser que uno de ellos no sepa que está en una relación cuffing.

Lo cierto es que el cuffing  no es una relación sana, tanto si lo saben ambos como si no, porque tratamos de llenar un vacío emocional o de evitar la soledad de manera estacional y sin establecer una conexión real y un compromiso como pareja, solo por no estar solos. Además puede ocurrir que una de las partes sienta una mayor conexión o quiera profundizar en la relación, lo cual es doloroso para una de ellas si la otra solo quiere algo temporal, y puede llegar a generar una dependencia emocional.

Cómo saber si estoy en una relación cuffing

Si no ha sido algo consensuado, identificar si estás en una relación cuffing es más sencillo de lo que parece. Comienza a hablarte a mediados de septiembre, mostrando mucho, muchísimo interés en ti. Puede que hasta te haga love bombing. Estáis juntos y todo parece perfecto. Tenéis una relación de pareja con peli, manta y Netflix cada fin de semana. Pero en marzo te deja o te pide un tiempo, y vuelves a saber de esa persona de nuevo en septiembre y queriendo volver. Si te ha pasado, es cuffing.

Si lo identificas y no sabías que estabas en una relación temporal, lo mejor es hablar con tu pareja. Si ambos estáis de acuerdo con mantener esa relación tal y como está, ok, pero si quieres un mayor compromiso, tal vez es hora de dejar ir a esa pareja aunque nos cueste.

Fotos | Priscilla Du Preez 🇨🇦 en Unsplash, Amir Hosseini, Soroush Karimi y Toa Heftiba en Unsplash

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