Con la llegada de los succionadores de clítoris a muchas personas se les abrió un mundo nuevo lleno de posibilidades. El coitocentrismo nos había tenido encerradas durante años en la falsa idea de que la penetración era la única forma de practicar sexo, pero cada vez estamos más alejadas de ese pensamiento.
Somos más conscientes de lo que la sexóloga Mamen Jiménez nos explicó en este tema que "hay otras muchas vías de disfrutar de nuestra sexualidad sin que tenga que haber penetración”. Y precisamente de las prácticas sexuales sin penetración es de lo que hablaremos hoy.
Además de enriquecer nuestra vida sexual al hacer cosas diferentes, probar nuevas posturas o introducir algún juego sexual para salir de la rutina, las prácticas sexuales sin penetración son una manera de evitar la dispareunia (dolor durante la penetración), y una demostración de que el placer tiene muchas formas.
El petting ha vuelto para quedarse
Los erróneamente llamados preliminares (una palabra más a desechar porque que hace referencia a que “lo importante” es el momento que viene después, el la penetración), son una maravillosa forma de vivir el sexo y el petting, es un claro ejemplo.
Cuando hablamos de petting lo hacemos de lo que se ha conocido toda la vida como el magreo, el roce con la ropa puesta, el toqueteo… Una manera de aumentar la excitación que sigue la línea del slow sex y que puede ser una maravilla.
No hace falta tener 17 años para practicar petting, solo aguantar el deseo y tocar sin parar.
El sexo oral en todas sus formas
El beso negro (del que ya te hemos hablado aquí), es una forma de practicar sexo oral sin penetración al igual que lo es el cunnilingus. Podemos estimular los genitales con nuestra boca sin introducir nada en la vagina y es una práctica que podemos hacer, recibir o incluso compartir con posturas como el 69.
La masturbación, más de moda que nunca
Te hemos contado que alivia el dolor, que reduce el estrés y que es seguirá siendo una tendencia en 2022 y la masturbación puede ser perfectamente una práctica sin penetración de ningún tipo.
Tanto si masturbamos con las manos como si lo hacemos con juguetes sexuales, podemos estimular zonas las zonas externas de los genitales sin introducir nada de nada y sin perder ni un poquito de placer. Vibradores como las balas de Platanomelón o succionadores como Sila de LELO pueden ser aliados de la masturbación sin penetración.
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El sexting y el cibersexo, las prácticas contra el covid más seguras
Este acrónimo derivado del inglés “sex” y “texting”, no es otra cosa que el acto de mandar contenido erótico o sexual en forma de fotos, mensajes, audios o incluso vídeos a través del móvil. Aunque hay que tener ciertas precauciones a la hora de practicarlo (te las explicamos aquí), es una forma de subir la temperatura que puede darnos mucho placer.
Podemos masturbarnos mientras vamos mandándonos mensajes, poco a poco y si nos atrevemos, hasta poder dar el paso y practicar el llamado cibersexo con otra persona: tocarnos mientras hacemos una videollamada.
Masajes, besos, caricias… cuando tocarnos piel con piel es más que suficiente
Hacer un buen masaje erótico, besarnos hasta no distinguir tu lengua de la suya, pellizcar, lamer o hacer un mapa de nuestros cuerpos, sin ropa y con caricias, y con toda la paciencia del mundo son prácticas sexuales sin penetración que se suman a este listado.
El bondage, una práctica del BDSM que no necesita penetración
El bondage es una de esas prácticas sexuales sin penetración que pueden resultar muy placenteras. Como ya te explicamos cuando hablamos del BDSM, es el arte de atar (y de dejarse atar) y no tiene porque existir ningún tipo de penetración.
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Fotos | Shannon VanDenHeuvel, Brittani Burns, Alexander Krivitskiy y Sharon McCutcheon en Unsplash