¿Soy una persona puente? Si has llegado hasta aquí haciéndote esa pregunta, estás en el sitio correcto. Aunque oímos este concepto por primera vez en el podcast “La pija y la Quinqui”, en su primer episodio, tengo que reconocer que yo he sido una chica puente y quizá te preguntes si tú también lo has sido.
El concepto está relacionado con las relaciones y con las personas que nos ayudan a pasar de una relación a otra. Tal vez con esto intuyas a qué nos referimos, pero vamos a entrar en detalle para explicártelo mejor.
Qué son las personas puente
Las chicas puente, personas puente en este caso, son aquellas que reparan lo que otro ha roto para que una tercera persona termine comprometida con esa persona que tú has arreglado. Una persona sale de una relación y tras un tiempo se topa con otra persona y decide intentarlo. Pero en eso de las rupturas la mierda acumulada siempre es mayor de lo que imaginamos y la persona puente será la encargada de esa limpieza. Me explico: una chica puente es aquella que empieza a salir con un chico que ha sufrido una ruptura, arregla los pedacitos de su corazón roto y sale por la puerta como entró, sin compromiso.
Tal vez haya utilizado una relación para olvidar otra. Amiga, eres el clavo que ha sacado a otro clavo, a pesar de que siempre hemos dicho que esa no es la solución para superar una ruptura de pareja.
El concepto de persona puente tiene otra connotación mucho más bonita, al menos para quien se cruza con ellas. Son aquellas que te ayudan a transitar de un sitio a otro y con las que pasas de una experiencia a otra, aportando cosas durante el camino. Bien sea enseñanzas o simples buenos ratos que nos ayudan.
A veces una persona puente es una compañera de trabajo que te echa una mano en un momento complicado de tu vida sin pedir nada a cambio para después desaparecer. Otras veces ese alma caritativa se queda y nos ayuda a transitar por un camino enfangado de la vida, ayudándonos y dándonos soporte.
Yo he sido persona puente y he tenido personas puente con esta segunda connotación, pero lo cierto es que no siempre es tan bonito como parece. Y sí, también he sido chica puente con parejas a las que he ayudado y cuando no me han necesitado más, he perdido de vista.
Cómo saber si soy una persona puente en pareja
Si te hace pocketing, si evita hablar de su ex y siempre es tema tabú, si solo quedáis para follar (pero tú no sabes que sois amigos con derechos porque nunca habláis del tema), si no hace planes contigo a medio plazo o si os habéis encontrado con algún amigo suyo por casualidad y te ha presentado como una amiga, eres una chica puente.
La relación está condicionada por el proceso de cambio que está sufriendo uno de los miembros de la pareja, y aunque el compromiso de la persona puente sea pleno, para la otra persona no lo es y eso termina desembocando en una ruptura.
Las chicas puente llegan, arreglar lo que está roto y se van, curando esa herida y dejando preparada a la persona para su próxima relación. Y en esa nueva relación no tendrá miedo al compromiso. Tú has arreglado lo que se rompió y ahora que no sufre, disfruta de la relación que tú querías, pero lo hace sin ti. Esa persona no estaba preparada para una nueva relación, tú sí y quien tiene el corazón a medio gas ahora, eres tú.
Evidentemente este tipo de personas son lo mejor que le pasa a quien está con ellas. Ellas están comprometidas, ayudan y caminan a tu lado. Pero el compromiso no es recíproco, y este tipo de relaciones pueden tener efectos muy negativos en la persona puente, como enamorarnos sin que la otra persona se enamore de nosotros.
El problema no está en la relación puente en sí, sino en la falta de honestidad que en muchas ocasiones va unida a estas relaciones. Si comunicamos a nuestra pareja que no estamos seguros de la relación, que aún nos duele la anterior o que no estamos preparados para el compromiso, podremos dar la opción a que esa persona puente decida o no quedarse.
Fotos | Seth Doyle, Everton Vila, Nathan McBride y Shea Rouda en Unsplash
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