Qué es el sploshing, la divertida técnica para hacer en pareja y conseguir mejores orgasmos

En algún momento te hemos hablado del secreto para conseguir mejores orgasmos: la risa. El sentido del humor es, según este estudio de la Universidad de Albany, la clave para tener más y mejor sexo. Nos hace más receptivas (especialmente a las mujeres según la investigación), y nos facilita que los orgasmos sean mayores.

Pero ¿cómo introducir ese humor en la cama? Aunque probar diferentes posturas sexuales es una manera de salir de la rutina en las relaciones y tratar de ponérlas en práctica nos provocará muchas risas, también podemos introducir alguna nueva técnica (como el método kivin) para ponerle un poco de salsa a nuestro sexo. Nunca mejor dicho lo de la salsa, porque vamos a hablarte del sploshing.

Qué es el sploshing

¿Recuerdas la escena de Nueve semanas y media entre Kim Basinger y Mickey Rourke en la que la comida se convierte en parte de uno de los momentos más eróticos del cine? No solo es una de esas películas cuyas escenas de sexo nos gustan más que una película porno, es también la representación gráfica del sploshing.

El sploshing se engloba en la categoría fetichista “wet and messy“ (húmedo y sucio), en la que se incluyen otros elementos como barro o aceites. Es una técnica sexual que consiste en usar alimentos y bebidas de diferentes texturas durante la práctica sexual. Pueden ser sólidos, líquidos y hasta gaseosos, y lo que haremos será untarlos, colocarlos o rociarlos sobre nuestra pareja o en nuestro propio cuerpo, para dar y recibir placer “comiendo” sobre la piel.

De esta manera, potenciamos el placer sexual ya que usar estos alimentos nos permite estimular distintas zonas erógenas a través del contacto. Puede ser una forma de hacer ese mapeo sexual del que te hablábamos en este artículo.

Aunque se trata de un fetiche, no es uno de los más raros. De hecho, su origen se remonta a la antigua Roma y Grecia, cuando terminaban sus festines en orgías y experimentaban con los alimentos como potenciadores sensoriales.Y es que el tacto es tan importante en el sploshing como la degustación de los alimentos sobre el cuerpo. Además, aparecía en el Kamasutra.

Piensa en unas fresas con nata colocadas estratégicamente sobre tus senos, por ejemplo. O un dibujo sobre su espalda con chocolate. O unas patatas fritas en su ombligo, porque aquí el límite está en vuestra imaginación y tolerancia al pringue.

Cómo practicar el sploshing

Lo primero que tenemos que tener claro con el sploshing es que es necesario hablar con tu pareja si vas a hacerlo con ella (puedes hacerlo a solas, no hay problema). Es importante que ambos estéis de acuerdo con la práctica y que los dos sepáis de qué va el juego, así que habla antes de lo que vais a hacerlo y cómo vas a hacerlo.

Lo segundo que necesitas es querer pasártelo bien y tomarte esta práctica como un juego en el que lo más importante es divertirse. Porque es muy divertida, te lo aseguro. Puedes probar con lo que más te apetezca, desde miel o chocolate hasta vino, cava, nata, helados, leche o lo que se te ocurra.

Como vamos a trabajar toda la parte sensorial de nuestros cuerpos, juega con diferentes texturas, temperaturas y olores para experimentar al máximo las sensaciones.

Y algo importante, piensa que vas a manchar, así que busca una zona de casa en la que te sientas libre y cómoda para que se pringue. El sofá del salón que acabas de comprar, quizá no es el mejor sitio para ponerte en marcha. Puedes usar unas sábanas viejas sobre el suelo de la cocina, en el pasillo o donde te parezca, pero ten en cuenta que os vais a manchar. Practica el mindful sex y déjate llevar por el momento erótico en sí sin pensar en lo que vas a tener que limpiar después.

Un último consejo: aléjate de los genitales. Ciertos alimentos podrían alterar el ph o provocar alguna irritación e incluso una cistitis, así que juega lejos de ellos. Así, podrás divertirte esta vez sin que todo se centre en clítoris, pene o vagina, lo que puede ser tremendamente excitante. Y si luego queréis volver a lo clásico, una ducha en pareja y al lío.

Fotos | Nueve semanas y media, Womanizer Toys, Malicki M Beser e ian dooley en Unsplash

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