Aprender a comunicarme en pareja es una de las cosas que más me han costado en la vida, y en la que sigo trabajando por mejorar. Pero también en escuchar. No te hablo de la escucha activa que tanto bien le hace a cualquier relación, sino más bien de escuchar lo que en realidad quieren decirnos algunas personas con las que tenemos una relación amorosa. Frases que suenan a una cosa, pero en realidad son otras.
Nuestras ideas preconcebidas, los mitos del amor romántico y ese cóctel de hormonas que vivimos cuando nos enamoramos nos dificultan a veces la tarea de entender el verdadero mensaje o de expresarlo. Para ayudarnos a descifrar esa cara oculta del lenguaje del amor tenemos a la psicóloga Lorena Gascón, autora de “Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?”.
Apenas nos conocemos, pero estoy enamorado de ti
Según Lorena, en realidad esto quiere decir que está enamorado de la idea que tiene de ti. Cuando nos enamoramos y entramos en la primera de las fases del amor que nos explica María Esclapez en su libro “Me quiero, te quiero”, corremos el riesgo de no ver la realidad de quien tenemos enfrente. Ese enamoramiento o luna de miel es “la fase en la que los mitos del amor romántico aparecen para quedarse” según nos explica la sexóloga en su libro. No vemos los defectos y en muchas ocasiones, vemos lo que creemos ver, la idea que tenemos sobre la otra persona.
Cuando llegamos a la fase de la decepción o desencantamiento, la siguiente, nos damos cuenta de que no era del todo como lo vimos. Es ahí cuando aparecen las decepciones porque “se comparan las pequeñas crisis de la relación con los tópicos o mitos del amor romántico que antes asumías a pies juntillas”.
Si me quisieras de verdad, te sacrificarías por mí
Además de que esta frase es una red flag en sí misma y un reflejo de gaslighting o luz de gas que realizan personas manipuladoras a sus parejas sentimentales, lo que significa es algo bien distinto. Según Lorena el verdadero mensaje es “tengo normalizadas hacer cosas que no quiero hacer por amor y espero que los demás hagan lo mismo”.
María Esclapez nos explica en su libro que el amor nunca es sacrificio, sino esfuerzo y trabajo, que son cosas muy diferentes. No necesitamos estar con nadie que nos exija un sacrificio en nombre del amor porque esto no es una película de ‘Crepúsculo’.
Es normal gritar a otras personas, todos gritamos
En realidad no es normal gritar. Según Lorena, el significado es “tengo el maltrato psicológico normalizado y creo que todo el mundo se comunica así”. Parte de la culpa de esto la tiene el sistema de apego que hayamos aprendido, pero como todo en la vida, podemos desaprender para aprender a hacerlo bien.
Las parejas (y las personas que mantienen cualquier tipo de relación), deben hablarse con respeto siempre. No hay necesidad de gritar a nadie por muy enfadadas que estemos, y no es algo normal, dejemos de justificar nuestros actos como que es algo habitual en el mundo.
No has hecho nada para que esté mal, pero me haces sufrir
En realidad significa “no sé gestionar mis emociones y de forma consciente (o inconsciente) te estoy haciendo responsable de ellas”. Aunque la gestión emocional se desarrolla durante la infancia como te explicamos aquí, no siempre somos capaces de hacer frente a lo que sentimos, de entenderlo y de abrazarlo, sea el tipo de emoción que sea.
Las mal llamadas emociones negativas no siempre se saben gestionar bien porque nos hacen daño y molestan. Pero antes de echar balones fuera hay que hacer un trabajo de autoconocimiento para entender qué nos pasa y aprender a lidiar con ello. Normalicemos tener un mal día y estar tristes, no busquemos culpables si no los hay.
Eres mía y es normal que controle lo que haces y te mire el móvil
Parece una frase salida de Andrea de ‘La isla de las tentaciones’, pero tiene un significado que esconde mucho más porque como explica Lorena en su cuenta de Instagram, significa “tengo normalizado el amor posesivo y utilizo el control para no sentirme tan inseguro en la relación”. Aquí te dejo un ejemplo de lo extendida que está la creencia de que eso es amor con una canción de Romeo Santos:
Como bien explica María Esclapez “eres solo tuya. Estar en pareja no es poseer, es compartir”. Y ahora vamos a la segunda parte: mirar el móvil. Lamento decirte que no, tampoco es normal querer controlar la vida de la otra persona, aunque sea por sus inseguridades.
Como no has hecho lo que esperaba, me enfado contigo
“Creo que las personas deberían hacer lo que yo espero que hagan y si no lo hacen, creo que tengo derecho a castigarles con mi enfado”. Eso es lo que significa en realidad. Pero déjame que te diga algo: los demás no son adivinos y no necesariamente tienen porqué saber qué es lo que queremos en cada momento. Y es más, aunque lo sepan, no tienen por qué comportarse como nosotros queremos.
Soy celoso porque te quiero mucho
Significa en realidad “tengo celos porque me siento inseguro en la relación”. Según la psicóloga y sexóloga Mamen Jiménez, “los celos son normales en tanto en cuanto suponen una emoción negativa que a menudo experimentamos los seres humanos, del mismo modo que sentimos ansiedad, tristeza o angustia”. Eso sí, esos celos “normales” son controlables, no invasivos, fácilmente reestructurables y racionalizables. Sentimos miedo a perder a otra persona pero nuestra parte racional entiende que no pasa nada.
En ningún caso ser celoso es sinónimo de estar enamorado. Jiménez explica que “surgen no del temor a perder, sino del afán de propiedad, no son una muestra de amor, sino la evidencia de una idea patológica que confunde amor con posesión”.
Aunque son algunos ejemplos, hay más y como bien nos explica Lorena Gascón, “a veces no somos conscientes de las ideas preconcebidas que todos cargamos. Por suerte, se puede cambiar la forma de ver las cosas en terapia, hablando con personas, viendo películas o leyendo libros que nos ayuden a cuestionarnos”.
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