Comenzaré diciendo que cuando mi ex pareja y yo rompimos, creí que podríamos llegar a ser amigos. Ilusa de mí, que no sabía que había un pastel oculto que no me iba a gustar nada comerme. Pero antes de descubrir que mi relación había estado cargada de una cantidad ingente de engaños, creía firmemente en que una amistad con una ex pareja con la que había pasado los últimos 14 años de mi vida, era más que factible.
Quizá no al principio, porque si hacemos caso a los consejos para superar una ruptura el contacto cero al principio es de mucho valor, pero con el tiempo podríamos ser amigos. ¿Por qué no? Lo había sido durante la relación, no entiendo que cambiaba ahora. Pues según el psicólogo Mark Traverse, cambia todo. “Si bien una relación platónica suena como una excelente manera de mantener a un ex en tu vida sin tener intimidad, puede conducir a situaciones desafiantes” e incluso potencialmente dañinas para nosotros.
Ser o no ser amiga de tu ex pareja, he ahí la cuestión
Vale que es posible ser amiga de una ex pareja, aquí tenemos un ejemplo de alguien cuyo mejor amigo es su ex marido, pero no es lo más habitual, especialmente cuando la ruptura ha sido traumática, no ha sido de mutuo acuerdo, ha habido traiciones de cualquier tipo o una de las dos personas sigue enamorada.
De la misma forma es poco recomendable tener sexo con tu ex en palabras de Mamen Jiménez, psicóloga y sexóloga, aunque diversos estudios como este han demostrado que si pasa no es algo tan malo como parece.
De ser amigos con derechos mejor ni hablamos.
Una cosa es ser cordial y llevarte bien con tu ex pareja y otra diferente ser amigos. En el caso de que intentemos lo segundo, Traverse recomienda plantearse tres preguntas: qué valoras de la amistad con tu ex, cuánto hace que rompisteis y qué significa esa amistad para tus próximas relaciones románticas. Una vez analizado eso y si decidimos apostar por esa amistad, es vital la comunicación y establecer límites para evitar malos entendidos en el futuro.
La psicología no apoya que seamos amigas de un ex si…
Si vivimos una relación tóxica
Evidentemente el primero de los casos es cuando la relación con la que hemos terminado era una relación tóxica. Dicen que el que tuvo, retuvo y guardó para la vejez, y en este caso es más que probable que comportamientos tóxicos que se vivieron en pareja, se repitan si tratamos de ser amigos.
Parece una obviedad, pero no podremos ser amigos de nuestra ex pareja si esa situación nos hace daño de la forma que sea.
Si uno de los dos sigue enamorado
Superar una ruptura es complejo, lleva mucho tiempo y puede que durante este proceso de duelo sigamos enamorados. No se deja de querer a alguien de un día para otro, es algo completamente imposible. Si queremos amistad, no es nada sano que uno de los dos (o ambos) siga enamorado.
Si no nos deja avanzar
Uno de los objetivos a cumplir cuando nos separamos de una pareja es conseguir avanzar y rehacer nuestras vidas sin esa persona. Tras un divorcio, por ejemplo. Si mantener esa relación de amistad no nos deja avanzar, conocer nuevos intereses amorosos por ejemplo, lo mejor es olvidarnos de lo nuestro con el ex hasta que avancemos lo suficiente y superemos la ruptura.
Si afecta a nuestra relación de pareja actual
Es posible que ser amiga de tu ex afecte de alguna manera a tu relación de pareja. De ser así tendremos que valorar por qué afecta y si estamos o no dispuestas a renunciar a esa amistad por nuestra pareja actual.
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