Seis tipos de orgasmos que no conocías y cómo conseguir cada uno de ellos

Según la mayoría de los estudios que se han hecho sobre los orgasmos, como este de la Universidad de Minnesota, la duración de un orgasmo femenino puede ir de los 20 a los 90 segundos. De hecho afirman que comienzan con “una serie de 6 a 15 contracciones regulares de alta intensidad cada 20 a 30 segundos.”

Ahora viene la buena noticia: hay más de un orgasmo posible en función de qué estimulemos para conseguirlo. Podríamos decir que cada parte del cuerpo es capaz de crear una sensación orgásmica diferente y de esta manera, la ciencia distingue varios tipos de orgasmos según un estudio publicado en NeuroQuantology.

Mi tarea de hoy es enseñarte todos los tipos de orgasmos que existen para que puedas poner en práctica cómo conseguir cada uno de ellos. De nada, amiga.

El más famoso en tiempos de Satisfyer: el orgasmo clitoriano

Es el más conocido y el más común de los orgasmos femeninos, y se produce cuando estimulamos el clítoris, esa zona ubicada en la parte superior de la vulva. Se trata de un órgano cuyo único uso es el de darnos placer. No sirve para absolutamente nada más y como el pene, tiene unos vasos cavernosos que se llenan de sangre con la excitación sexual.

No voy a explicarte otra vez cómo se consigue, porque te he contado aquí cómo usar un Satisfyer y es una herramienta maravillosa si nunca has experimentado uno. Mi recomendación es que pruebes el nuevo Satisfyer Pro 2 Gen 3 o el siempre maravilloso Sila de LELO.

Aunque eso sí, te recomiendo que empieces a masturbarte con tus manos si nunca lo has hecho, o que pruebes alguna de estas técnicas para masturbarte sin usar ningún juguete sexual.

El orgasmo vaginal

Aunque la vagina no es la zona con más sensibilidad del cuerpo femenino, su parte más externa contiene el 90% de las terminaciones nerviosas. Aunque si miramos más dentro hay un punto que es el que nos interesa: el punto G.

El llamado punto G no es más que la prolongación del clítoris, o mejor dicho: es donde la pared frontal de la vagina entra en contacto con la estructura interna del clítoris. Podemos estimularlo localizando una zona algo más rugosa al tacto a unos 3-5 centímetros de la entrada vaginal.

¿Cómo lo estimulo? Colocando dentro de la vagina uno o dos dedos con la palma de la mano hacia arriba y haciendo un gesto de flexión, como si dijéramos “ven aquí”. Podemos ayudarnos también con alguno de estos juguetes sexuales pensados para estimular el punto G.

El orgasmo mixto

Es el que surge de combinar dos estimulaciones de forma simultánea, la zona vaginal y el clítoris. Si lo que queremos es conseguir un squirt, y te doy mi palabra de que puede conseguirse porque hace no mucho que yo he experimentado mi primer squirt en la vida, tendremos que practicar bien este combo.

Pero no pasa nada si no lo conseguimos. Como te decíamos, muchas personas con vagina no encuentran placentera la estimulación de la vagina y no consiguen estimular el punto G. Si el orgasmo mixto no es para ti, tranqui, que el resto de orgasmos son igual de placenteros y no estás rota ni te pasa nada malo.

Si quieres intentarlo puedes probar la alineación coital de la que ya te hablamos, o posturas como la amazona con la controlar el ritmo de la penetración y a la vez, tener vía libre para estimular el clítoris. Una opción extra es usar un doble estimulador como el Ina Wave 2 de LELO.

El orgasmo cervical

Para saber qué es el orgasmo cervical y cómo se consigue uno, antes debes saber que el cérvix o cuello uterino se sitúa donde termina la vagina y empieza el útero. Durante la excitación esta zona lubrica y cuando llega al orgasmo, se contrae.

Pero la gran diferencia con el orgasmo clitoriano, por ejemplo, es la cantidad de canales que nuestro cuerpo emplea para “sentirlo”. Según numerosos estudios médicos, “la información sensorial del clítoris va al cerebro a través del nervio pudendo y la de la vagina y el cuello uterino a través del nervio vago, hipogástrico y pélvico.” De esta manera, es más intenso el segundo.

La manera de estimularlo es tocar esa pared, el exocérvix, que es el punto que separa tu vagina del útero, bien con la penetración (los penes grandes lo tienen más fácil aquí) o con tus propios dedos. Aquí te contamos todos los detalles que necesitas saber para conseguir un orgasmo cervical, el más profundo y largo de los orgasmos.

El orgasmo erógeno

¿Alguna vez has tenido un orgasmo solo con un beso? ¿O estimulando tus pezones? Pues es más que posible. Son los llamados orgasmos erógenos que se producen cuando estimulamos una zona erógena. En la película 40 días y 40 noches de Josh Hartnett (ese hombre por el que he visto esta miniserie de SkyShowtime) había un orgasmo erógeno, y a la chica no pareció importarle para nada.

No siempre se puede ni todas las mujeres lo consiguen, pero si quieres probar, hacerte un mapa del placer es imprescindible. Toca, toca y toca una y otra vez, sola y acompañada, hasta que localices cuáles son esos puntos erógenos que más placer te dan.

El orgasmo anal

Quizá entremos en terreno pantanoso con el sexo anal, pero lo cierto es que la zona anal y perianal tiene una gran cantidad de terminaciones nerviosas, y es posible que logremos un orgasmo increíble estimulando esa zona. Podemos probar con el beso negro, o el clásico sexo anal, eso sí, siempre con precauciones y usando lubricante, uno con base de silicona como este de la marca pjur específico para la práctica de sexo anal, o el Perfect Connection de Durex.

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