Tal y como nos contaba el doctor Vicente Mera en esta entrevista, se estima que el impacto que genera la genética en el envejecimiento “influye en torno a un tercio”, mientras que nuestro estilo de vida tiene “el doble de importancia, es decir, dos tercios”. A esto se le conoce como epigenética y se trata de esos factores externos a nosotros que son fácilmente modificables como la dieta, el ejercicio físico o llevar unos hábitos de vida saludables en general.
Siguiendo esta estela, en un nuevo estudio publicado en Nature y llevado a cabo por expertos de la Universidad de Nagoya en Japón, se ha descubierto un compuesto llamado aldehído en el que se habría probado los daños que realiza en el ADN y estaría, por tanto, estrechamente vinculado al envejecimiento prematuro. En la investigación se incluyen posibles estrategias para favorecer un envejecimiento saludable e incitar al control a la exposición de sustancias inductoras de aldehídos como por ejemplo es el alcohol, la contaminación o el humo. “Por primera vez, proponemos una relación entre el daño del ADN derivado del aldehído y el envejecimiento prematuro”, dice Yasuyoshi Oka, coautor del estudio, lo que puede tener importantes implicaciones en la salud y la esperanza de vida.
A raíz de estos hallazgos la investigación se enfocó en el estudio del síndrome AMeD, relacionado como la causa por la que los asiáticos se ponen rojos cuando beben alcohol, conocido además por ser un trastorno del envejecimiento prematuro. Se trata de un síndrome genético muy frecuente entre a población asiática que se caracteriza por la actividad inadecuada de la enzima aldehído deshidrogenasa.
Si los niveles de estas enzimas son bajos, los acetaldehídos se acumulan, y como consecuencia, aumenta el riesgo de padecer patologías graves. Por ejemplo, y según se explica en este artículo, una de las razones del malestar en la resaca es un nivel bajo de aldehídos. Es decir, si eres una persona que tiene una capacidad baja de estas enzimas y bebes, tienes más probabilidades de padecer un cáncer relacionado con el alcohol.
Lo que explicaría el nuevo estudio es que los aldehídos son reactivos al ADN y las proteínas y, por tanto, estarían bloqueando el mantenimiento celular y provocando un envejecimiento prematuro de las células. “Nuestra investigación abre nuevas vías para comprender los mecanismos subyacentes de las enfermedades de envejecimiento prematuro y ofrece posibles dianas para la intervención terapéutica», dice uno de los autores. “Estamos allanando el camino para futuros estudios destinados a desarrollar tratamientos e intervenciones novedosos”, añade.
Asimismo, el estudio también incluye la vinculación de los aldehídos con enfermedades relacionadas con el envejecimiento como la progeria, que se trata de un trastorno hereditario raro que aumenta el riesgo de cáncer, o el síndrome de Cockayne, una enfermedad multisistémica caracterizada por estatura baja, apariencia facial característica, envejecimiento prematuro, fotosensibilidad, disfunción neurológica progresiva y discapacidad intelectual, de los cuales todavía hoy se desconocen las causas. “Se espera que estos resultados ayuden en la búsqueda de compuestos que eliminen los aldehídos, contribuyendo así a la formulación de candidatos a fármacos terapéuticos”, dice Oka en las conclusiones de la investigación.
Fotos | Jess Loiterton Steve Johnson de Pexels
En Trendencias | El truco infalible para quitar las manchas amarillas de la ropa guardada
En Trendencias | El éxito de emprender a los 50, un salvavidas para superar el drama del paro a edades avanzadas