Las proteínas son aminoácidos que necesita nuestro cuerpo para el crecimiento y mantenimiento de nuestras células y tejidos. Según informan desde la Food Facts for Healthy Choices, nuestros requerimientos de proteínas van variando a medida que pasan los años; en la edad adulta la cantidad recomendada por la EFSA es de al menos 0,83 gramos por kilo al día y lo ideal es consumirla siempre de una variedad de fuentes que sean beneficiosas para nuestra salud.
La investigación, llevada a cabo por la Universidad de Tufts, en Boston, analizó los datos de más de 48 mil profesionales de la salud entre el periodo de 1986 y 2016, y con estos determinó que las mujeres que comían más proteína tendrían una mejor salud a medida que pasaban los años y también una mejor tasa de enfermedades crónicas relacionadas con las patologías vinculadas a la edad como las cardíacas, la diabetes, el cáncer o el deterioro de las funciones cognitivas.
La proteína vegetal, ¿la mejor para envejecer?
Pero, además de determinar que las proteínas eran uno de los nutrientes fundamentales para envejecer de forma más saludable, en este estudio se vio que las mujeres que consumían proteínas de origen vegetal tenían un 46% más de probabilidad de estar sanas en los últimos años de su vida y, por tanto, los autores sugerían que la ingesta de proteínas vegetales en la mediana edad estaba vinculada a una buena salud en la adultez mayor. Pero, ¡cuidado!, porque de este estudio no se descartaba la ingesta de la proteína de origen animal, sino que, simplemente, se evidenciaba que los datos positivos eran por un mayor consumo de la proteína vegetal.
Y, quizás te preguntes, ¿cuáles son los alimentos que tienen un mayor índice de proteína vegetal? Según el estudio estarías abogando por un envejecimiento más saludable si incorporas en tu dieta una mayor cantidad de legumbres, cereales como la avena o la quinoa, frutos secos como las nueces, las avellanas, los cacahuetes, las almendras… que además son una gran fuente de grasas saludables.
En la otra cara de la moneda, en este mismo estudio se determinaba cómo aquellas personas que consumían proteína animal en mayores cantidades, de alimentos como las carnes, huevos o lácteos, tendrían un 6% menos de probabilidades de tener una mejor salud a edades avanzadas.
¿Qué enfermedades estaríamos evitando?
Otros datos que se concluyen es que las personas que consumían mayor cantidad de proteína vegetal tenían unos niveles más bajos de colesterol “malo”, de hipertensión o de sensibilidad a la insulina, lo que podría deberse a que las plantas tienen unos niveles más altos de fibra dietética, micronutrientes y compuestos naturales que las de origen animal.
Pero es que, además, no debemos olvidar que el consumo de proteína es clave para el desarrollo muscular, un factor muy importante a medida que envejecemos ya que, según Harvard, se prevee que podríamos perder hasta un 1% de masa muscular al año según nos hacemos mayores.
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