Diana Camín, psicóloga: “Contrarrestar los estigmas asociados a la edad y cultivar una cultura de respeto” puede ayudar a vencer el miedo a envejecer

“La gerascofobia es el miedo irracional o la aversión hacia el envejecimiento y todo lo relacionado con él, como la disminución de la salud, la pérdida de habilidades físicas o cognitivas, y la dependencia. Este temor afecta negativamente la calidad de vida de las personas mayores, limitando su participación en actividades sociales, su búsqueda de atención médica y su adherencia a los tratamientos”, nos explica el Dr. David Curto, director médico de Sanitas Mayores. Y es que, parece que según cumplimos años nos abordan más inquietudes y esto afecta a nuestro día a día y a las relaciones sociales.

Y es que hay quien lleva muy bien el cumplir años, de hecho, es señal de que seguimos vivos, pero, a otras muchas personas a partir de cierta edad eso de soplar la vela cada vez les hace menos gracia porque les cuesta aceptar el paso del tiempo. Según un informe de Naciones Unidas, se calcula que dos de cada tres personas en el mundo tienen actitudes edadistas, y estas repercuten directamente en la salud física y mental, así como en la calidad de vida de las personas mayores. Y es que, en realidad, la discriminación por la edad no hace más que ensalzar los atributos negativos que se asocian al envejecimiento.

Este miedo irracional puede aparecer en cualquier etapa de la vida, pero es más común en personas de mediana edad, especialmente, los que empiezan a sentir los cambios que conlleva el envejecimiento. Los síntomas más comunes son “ansiedad ante la idea de envejecer, preocupación excesiva por la salud y el bienestar futuro, evitación de situaciones que recuerden el envejecimiento y una percepción negativa de la vejez en general”, añade el doctor.

¿Cómo ayudar a estas personas a aceptar el paso de los años?

Por su parte, Diana Camín, psicóloga de BluaU Sanitas, advierte que es necesario cultivar una cultura de respeto para aprender a valorar a las personas mayores como parte fundamental de la sociedad. Para ello es clave “contrarrestar los estigmas asociados con el envejecimiento, así como promover su bienestar integral”. Pero, además, hemos querido preguntar a la experta, qué consejos son los que podrían ayudar a estar personas a no sentirse desplazadas o aisladas socialmente por ser mayores y son los siguientes:

• Brindarles un entorno de apoyo y comprensión. Esto incluye fomentar la autonomía y la independencia en la medida de lo posible, proporcionando información y recursos sobre cómo mantenerse saludables y seguros, y ofreciendo asistencia práctica cuando sea necesario sin socavar su dignidad.
• Además, es esencial validar sus preocupaciones y emociones, proporcionando un espacio seguro para expresar sus miedos y ansiedades relacionados con el envejecimiento.
• También, es interesante promover la participación en actividades sociales y comunitarias a fin de fortalecer el sentido de pertenencia y conexión, reduciendo así el sentimiento de vulnerabilidad.

Derribando los estereotipos ligados a la edad

La edad no tiene por qué ser un indicativo de salud o bienestar mental, sino que cada uno envejece a su ritmo y de una manera diferente. Por este motivo, todos los estereotipos asociados a lo negativo del paso de los años son la consecuencia, en muchas ocasiones, del miedo a envejecer que sienten algunas personas. Pero estas inseguridades no solo pueden llegar a la vejez, sino que, desde edades tempranas como, por ejemplo a partir de los 30, ya se pueden manifestar, según los expertos.

Apostar por un envejecimiento saludable y cuidarnos desde que somos jóvenes para llegar lo mejor posible a los 50, a los 60 o a los 70 es primordial, ya que esto afecta de una forma directa en nuestra calidad de vida en la vejez. “Una combinación equilibrada de actividad física regular, una dieta nutritiva y variada, el mantenimiento de relaciones sociales significativas, y la participación en actividades que estimulen la mente y promuevan el bienestar emocional”, es clave, según el doctor, para conseguir este objetivo. A lo que habría que sumar también prestar atención a otros aspectos que quizás en otras épocas de la vida no se les daba tanta importancia como son “un descanso adecuado y una buena gestión del estrés”.

Y, por supuesto, “hacerles disfrutar del momento presente y de los planes de futuro”, porque ser mayor no significa que dejen de importarnos los planes a largo plazo, o lo que es peor, que se deje de contar o incluir a estas personas en ellos. “Es primordial mostrar interés genuino en sus deseos”, asegura el doctor, quien también apuesta por proporcionar un apoyo profesional, animarles a realizar actividades sociales o participar activamente en la comunidad con el objetivo de “mantener su conexión y propósito en la vida”.

Fotos |  Anastasia Shuraeva Pexels

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