Ducharnos todos los días es algo que hacemos de forma habitual la mayoría de los mortales, y muchas veces por inercia, por despertarnos esos días que nos ha costado más levantarnos o hemos dormido mal, o por necesidad, es decir, cuando hemos hecho ejercicio o alguna actividad que nos ha hecho sudar más de lo normal.
De hecho, esta encuesta que realizó OCU sobre cuántas veces nos duchamos a la semana, dice que “de media, el 61% de los españoles se ducha a diario y el porcentaje sube al 80% si hablamos de más de 4 duchas a la semana”.
Pues bien, ojo porque según este estudio de la Universidad de Harvard, ducharnos todos los días no es tan bueno como pensamos. Y es que según dicen, este hábito diario podría estar eliminando elementos esenciales de la piel, y todavía más si lo hacemos con agua caliente. ¿Cuáles son otras consecuencias de las que habla el estudio? Pues por ejemplo que la piel se seque más y, por tanto, aparezcan irritaciones, rojeces o picazón y es que la piel seca puede causar infecciones y reacciones alérgicas. Asimismo, los jabones pueden “matar” los microorganismos buenos del a piel fomentando la aparición de bacterias más resistentes, o incluso, podríamos estar debilitando el sistema inmunológico.
"Limpiar demasiado su cuerpo probablemente no sea un problema de salud apremiante y la piel podría estar más seca de lo que estaría si te ducharas con menos frecuencia. Esta no es una amenaza para la salud pública. Sin embargo, las duchas diarias no mejoran su salud, pueden causar problemas en la piel y, lo que es más importante, desperdician mucha agua”, dice Robert H. Shmerling uno de los autores del estudio.
Por tanto, lo que los expertos sugieren es que bañarse dos o tres veces por semana sería suficiente para la mayoría de las personas, aunque eso no quita que exista una rutina de higiene diaria. Asimismo, también dicen que es muy importante poner atención a los jabones que usamos puesto que deben ser suaves y lo más grasos y naturales posible, para evitar dañar la piel.
Cuántas veces debemos ducharnos a medida que envejecemos
"Cuanto más se envejece, más se necesita espaciar las duchas por la sencilla razón de que, con el tiempo, la piel se seca y ya no es capaz de producir tanto sebo como antes", dice la Dra. Sylvie Meaume, dermatóloga y jefa del Departamento de Curación y Heridas Geriátricas (AP-HP Rothschild), en la web francesa de Le journal del femmes. La razón es porque las personas mayores tienen una piel más fina y seca que puede sufrir una mayor tirantez o picazón que cuando es más joven.
Según la misma doctora, lo ideal es que las personas a partir de los 65 años se duchen con agua todos los días, pero solo usar jabón cada tres (sin frotar la piel); y si el enjuague diario no es posible, se recomienda lavar todos los días algunas zonas como las axilas, entre los dedos de los pies y las partes íntimas. Igualmente, la experta advierte que es mejor utilizar agua tibia y a la hora de secarse con la toalla no hacerlo bruscamente sino de una forma suave y cuidadosa para proteger la piel.
En cuanto a la duración, según los expertos de Harvard recomiendan realizar duchas cortas y no sobrepasar los tres o cuatro minutos. Pero, también es necesario saber que estas recomendaciones siempre dependerán de la estación del año del año en la que nos encontremos, el clima, el tipo de piel, las actividades realizadas, el estado de salud y la autonomía de la persona.
Fotos | Karolina Kaboompics Ron Lach Pixabay de Pexels
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