Se trata de una bebida milenaria que se ha convertido en protagonista en el mundo entero por sus propiedades antioxidantes y calmantes. Estamos hablando del té verde, que ha sido conocida durante siglos por ser una bebida que ayudaba a mejorar cuerpo y mente, y en la que cada vez la ciencia se ha ido interesando más por todo su potencial para la salud.
Su fama ha ido subiendo como la espuma gracias, sobre todo, a los expertos en nutrición y es que el té verde contiene epigalocatequina galato (EGCG), una catequina con potentes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, como decíamos, que ayuda reducir y proteger a las células del daño oxidativo, es beneficioso para la salud cardiovascular, mejora la función arterial, ayuda a la resistencia al estrés y reduce el colesterol malo (LD).
Otro de los componentes del té verde es el potasio, el cual ayuda a la función correcta de los músculos, del sistema nervioso y de que el ritmo cardiaco se mantenga estable.
Asimismo, esta bebida es buena para el sistema inmuntario, y es que “la catequina del té verde es capaz de actuar contra múltiples familias de virus (inmunodeficiencia humana, influenza A, hepatitis B y C, herpes, entre otras). Los resultados de este estudio, presentan cómo en la catequina, a diferencia de las concentraciones inhibitorias mínimas contra bacterias, fueron 10-100 más altas”, según explican en este artículo.
Pero el té verde no solo es bueno a nivel físico, sino que a nivel cerebral también tiene su parte positiva. Su contenido en cafeína (aunque sea hasta tres veces menor que en el café) hace que nuestro rendimiento mental, la memoria y el sistema nervioso mejore.
Por otro lado, y siguiendo con los beneficios a nivel cognitivo, en este otro artículo también se apunta que “los antioxidantes del extracto de té verde son capaces de ayudar a prevenir el desarrollo de patologías asociadas con el envejecimiento del cerebro. Es el caso del Alzhéimer o el Parkinson, ambos problemas de fisiopatología todavía no bien descrita. A pesar de las dudas que rodean a estas enfermedades, parece que el consumo regular de extracto de té verde o de la infusión genera un cierto estado de protección frente a las mismas, disminuyéndose así las probabilidades de que se manifiesten”. Algo que también se ha mencionado en la revista de de Neurologia.com, aludiendo a estudios llevados a cabo al respecto.
Resumiendo, tomar té verde con regularidad podría ser bueno en muchos aspectos para nuestra salud tanto a nivel físico como mental, pero no hay que olvidar que unos buenos hábitos de vida son fundamentales para lograr tener una buena salud y bienestar a todos los niveles.
Fotos | lil artsy Anna Pou Gül Işık de Pexels
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