Evita las temidas alas de murciélago practicando este ejercicio de yoga
Uno de los temas más recurrentes en mujeres de cierta edad que quieren cuidarse y, al mismo tiempo sentirse en forma, es la apariencia de sus brazos. Y es que, la flacidez que suele aparecer a partir de los 50 en esta zona del cuerpo es algo bastante común, pero que tiene solución si practicamos ejercicio a diario y lo hacemos, sobre todo, focalizándonos en ganar masa muscular en brazos.
A partir de los 40, la pérdida de músculo se acelera a medida que pasan los años, por ello, realizar entrenamientos de fuerza se vuelve imprescindible para la ganar o mantener el músculo. Además de realizar ejercicios con pesas o mancuernas, otro de los grandes aliados puede ser practicar yoga realizando las posturas correctas que nos permitan, sosteniendo nuestro propio peso, fortalecer brazos sin salir de casa, de una forma sencilla y sin tener que utilizar material de gimansio.
¿Cómo vas a poder conseguir todo esto? Con las llamadas posturas invertidas, concretamente con la Purvottanasana, "también conocida como la postura de la mesa o plancha hacia arriba se traduce literalmente como “extensión hacia el este” ya que deriva de las palabras sánscritas “purva”, que significa “este”, “ut” que significa “intenso” y “asana”, que significa “postura””, tal y como explica la experta y gurú en yoga Xuan Lan en su web.
Los beneficios de la postura Purvottanasana
- Por un lado, fortalece el tren superior, concretamente los músculos de los brazos, hombros, pecho y espalda, esencial para mejorar postura y prevenir lesiones. Por lo que se hace un ejercicio muy focalizado en mejorar la fuerza de los brazos y asimismo, mejorar la flacidez de los mismos.
- Apertura de pecho y hombros que es perfecto para mejorar la respiración y extender la columna vertebral, lo que también ayuda a mejorar el flujo de energía, en un significado más espiritual de la postura.
- Estirar las piernas, y es que al realizar esta asana los músculos de las piernas se expanden y ayuda a relajar toda la parte frontal del cuerpo.
Aquí tienes algunos ejemplos de cómo practicar esta postura.
Eso sí, mucho cuidado al practicarla ya que te recomendamos que antes de hacerlo consultes con tu médico o tu experto en entrenamiento si puedes realizarlas y cómo adaptarlas a tus circunstancias.
Existen algunos casos en los que no está indicado realizar este ejercicio, así que abstenerse aquellas personas que tengan lesiones en la zona lumbar baja o lesiones en hombros y muñecas, ya que gran parte del peso de tu cuerpo recaerá en estos puntos de apoyo.
Una vez hayas comprobado que es todo correcto y puedes comenzar a practicarlo puedes seguir las recomendaciones de estos vídeos como guía o bien, animarte a comenzar a practicar yoga que tantos beneficios tiene sobre todo a partir de los 50.
Fotos | Gtres
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