Parece que en las últimas conversaciones entre autoridades, patronal y sindicatos podría estar hablándose de la posibilidad de adelantar la edad de jubilación a los 52 años, para aquellos trabajadores con profesiones consideradas de peligrosidad por la exigencia que sus trabajos suponen para sus vidas, y sin que su prestación se vea modificada.
La negociación que se está llevando a cabo comprende establecer coeficientes reductores según los requisitos físicos y psicológicos que se exijan al trabajador para el desempeño de su labor. Esta nueva medida, está prevista que vaya destinada a aquellas profesiones que presentan las tasas más altas de siniestralidad y morbilidad, a partir de una determinada edad, o que incluso puedan llegar a ocasionar algún tipo de secuela.
La edad legal de jubilación, que actualmente se sitúa en los 65 años, los expertos consideran que no es apta para todas las profesiones ya que existen determinadas actividades a las que llegar con esa edad se puede convertir en algo complicado o peligroso. Por este motivo, se estaría barajando la posibilidad de adelantarla en algunos casos, a los 52 años. Según los datos, la mayoría de bajas laborales en 2023 fueron solicitadas por hombres, en un 67%, mientras que el colectivo más afectado según la edad es el de la franja de los 45 a los 49 años. Además, el sector de la construcción presenta el volumen más elevado de bajas, seguido de la industria y el sector agrario, cuyas cifras oficiales acuerdo con las cifras oficiales de los accidentes y muertes laborales contabilizadas en 2023, están el 51% que ocurrieron en el sector servicios, seguido del sector de la construcción en un 16% y en el sector agrario en un 13%, según datos publicados por el diario Público.
El género y discriminación de la mujer, también entraría a debate ya que hay algunos sectores en los que el sexo determina el trabajo como por ejemplo, casos evidentes como en el sector de la dependencia, en los que las mujeres de edad adulta son la gran mayoría que se dedican a cuidar de personas mayores o, también, aquellas actividades que están más masculinizadas como son, por ejemplo, los trabajos en obra y construcción o transportes. Un problema en el cual también se debe trabajar.
La mayor dificultad que se plantea respecto a esta nueva medida es la decisión de determinar cuáles son las profesiones que puedan acceder a esta jubilación anticipada y qué sectores, pero, según publicaba El País, aunque ya se cuenta con un borrador, en este todavía no estarían especificadas. Por su parte, la Seguridad Social publicaba una nota de prensa al respecto explicando cómo se establecerán los indicadores para elegir dichas profesiones, teniendo en cuenta “entre otros factores la incidencia, persistencia y duración de los procesos de baja laboral, así como las incapacidades permanentes o fallecimientos que se puedan causar". La decisión correrá a cargo de una Comisión formada por miembros de la Seguridad Social, Hacienda y agentes sociales. Por el momento, todavía tendremos que esperar al documento oficial.
Fotos | Andrea Piacquadio Mikhail Nilov de Pexels
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