La discriminación por edad es un hecho hoy día en el ámbito laboral. Un problema que tiene tal relevancia que, incluso, se ha colocado a la cabeza con el 25% de los casos, por delante de la discriminación por el estado de salud, con un 19%, la discriminación de género con un 18% y a la apariencia física, en un 16% de los casos, según un informe elaborado al respecto.
Otro estudio señala que el 40% de los trabajadores españoles, y el 50% de los europeos, ha declarado haberse sentido discriminado en el trabajo lo que les ha llevado a perder oportunidades de desarrollo en su carrera profesional; otra investigación similar parece asegurar que los mayores de 55 años sufren una mayor inseguridad laboral, mayor nivel de desempleo y precariedad. ¿Qué está pasando en nuestra sociedad?
El desempleo en la edad madura
El que no te contraten porque te consideren mayor parece estar siendo una realidad en el mundo en el que vivimos porque otros de los datos que hemos recabado, según estas cifras, los mayores de 55 años tienen más probabilidades de estar desempleados durante 12 meses o más que los mas jóvenes. ¿Por qué ese desaire a los mayores en los trabajos?, ¿acaso son peores trabajadores?, ¿les importa menos su trabajo por tener más años? Nada más lejos de la realidad.
Estas incógnitas y muchas otras han sido estudiadas por el mundo de la gerontología cognitiva y algunas de las conclusiones que se han extraído al respecto son que los empleados de estas edades pueden desempeñar ciertas tareas con mayor lentitud, pero ser más rápidos en otras. Y es que la neurociencia ha revelado que la edad solo afecta a ciertas funciones cognitivas, pero es algo que se puede compensar con simples cambios en el lugar de trabajo, tal y como cuenta Migue Ángel Sabadell, astrofísico y divulgador científico en este artículo.
“Inteligencia fluida”, la capacidad de los mayores de 45
El astrofísico añade un nuevo concepto, el de la “inteligencia fluida”, que dice ser, según los psicólogos del Instituto de Fisiología Ocupaciones de Dortmund (Alemania), la habilidad de cambiar de tareas rápidamente, redirigir la atención y bloquear la información irrelevante.
Las conclusiones a las que han llegado muchos experimentos realizados en esta línea es que “mejor ser lento pero correcto”, y eso es, precisamente, el punto fuerte de los mayores de 50. Según sugiere el astrofísico “los departamentos de personal que prescinden de trabajadores mayores de 45 años, están desestimando sin ninguna razón una de las fuentes más importantes de posibles trabajadores”.
La creación de leyes y distintas regulaciones que prohíben la discriminación por edad en el lugar de trabajo son una realidad debido al creciente problema social que supone, y como ejemplo de ello encontramos la Ley de discriminación por Edad en el Empleo (ADEA), los subsidios por desempleo para aquellos mayores de una determinada edad o la ayuda que ofrecen algunas organizaciones no gubernamentales para la asesoría jurídica y financiera a este colectivo. Sin duda, iniciativas que se hacen vitales, pero todavía lo es más la concienciación de la sociedad, y sobre todo, de los departamentos de recursos humanos de las empresas, de que a partir de los 45, de los 50 o de los 55 los trabajadores, en vez de suponer un problema para la empresa o verse reacios a la contratación de estos, pueden llegar a solucionar muchos de ellos en una empresa.
Fotos | Kampus Production Karolina Grabowska de Pexels e Imdb
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