Sara Hormigo
Editora¿Habías escuchado hablar del boomerasking? Se trata de un fenómeno que, sobre todo, ocurre entre las personas mayores y es cuando alguien comienza a hacerte una pregunta pero, como un boomerang, esta vuelve rápidamente a quién la formuló para contestarla él mismo.
Si desgranamos la palabra además de tener su significado retórico también lo tiene a nivel gramatical ya que estaría formada por “boomer” de la generación boomer y por “ask” que es preguntar en inglés.
Este término fue inventado por una profesora de psicología de Harvard, Alison Wood Brooks, y de hecho realizó un estudio sobre ello, en el cual se explica esta forma de querer contar algo camuflándolo con una pregunta.
Sin embargo, lo que dice esta psicóloga es que esta técnica termina generando rechazo en el interlocutor ya que le invalida e ignora, en vez de servir para crear una conversación.
El estudio divide tres maneras de formular las preguntas.
- El de pregunta - alarde: hacer una pregunta seguida de revelar algo positivo, por ejemplo, unas vacaciones increíbles.
- El de pregunta - quejarse: hacer una pregunta seguida de revelar algo negativo, por ejemplo, un plan que salió mal.
- El de preguntar - compartir: hacer una pregunta seguida de revelar algo, por ejemplo, un sueño extraño.
Pero, ¿por qué estas personas de determinada generación o edad tienden a hacer esto? Pues, según responde uno de los participantes en el estudio, parece ser que “provocar la opinión de otra persona parece más apropiado que simplemente decir lo que se te ocurra”.
Mientras que, por su parte, la conclusión del estudio dice que “las personas a menudo boomerask—plantean preguntas solo para responderlas rápidamente ellas mismas. Por desgracia, quienes practican el boomerasking dejan una peor impresión que los comunicadores directos: aunque hacer preguntas ofrece una serie de beneficios interpersonales positivos, las consultas no receptivas, egocéntricas o deshonestas socavan esas ventajas. Los comunicadores que hacen preguntas sinceras y escuchan las respuestas de sus interlocutores pueden entablar conversaciones y relaciones más profundas y solidarias. Sin embargo, las personas deben evitar desviar el foco de la conversación hacia sí mismas antes de mostrar interés en la respuesta de su interlocutor”.
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