¿Conoces el Wangiri? Este fraude telefónico particularmente insidioso sigue causando estragos a nivel mundial. Se trata de llamadas procedentes de números de tarificación especial, es decir, tal y como explica la OCU, "un número de esos que cobran mucho por el establecimiento de llamada y por el tiempo de conexión", lo que puede provocar pérdidas de dinero considerables tanto para individuos como para empresas.
El spam del Wangiri, término derivado del japonés que significa "iniciar una llamada y colgar", a menudo se conoce como "la estafa de la llamada perdida". Los estafadores llaman a sus víctimas desde un número con tarifa premium, pero cuelgan después de un solo timbre. Intrigados o preocupados, los destinatarios devuelven la llamada a este número, iniciando así una llamada de pago de la que los delincuentes obtienen beneficios.
Una estafa que explota la curiosidad
El funcionamiento de este fraude se basa en un principio simple pero eficaz de manipulación social: la explotación de la curiosidad natural que tiene el ser humano. Cuando las víctimas ven una llamada perdida, a menudo sienten la necesidad de devolver la llamada para entender la razón de la misma, ignorando que esto las sumerge en una trampa costosa.
Cada año, las empresas de telecomunicaciones de todo el mundo pierden millones de dólares debido a este tipo de fraude, y es que el proceso es aún más pernicioso porque es relativamente fácil de implementar. Los estafadores solo necesitan un número con tarifa, acceso a listas de números de teléfono a los que dirigirse y, a veces, tecnologías para automatizar las llamadas a gran escala.
Uno de los principales desafíos en la lucha contra el Wangiri reside en su capacidad para regenerarse rápidamente. Tan pronto como se detecta y se desactiva un esquema fraudulento, los estafadores pueden crear fácilmente uno nuevo operando a menudo desde países lejanos, y evitando así las acciones legales y las repercusiones locales.
Las llamadas fraudulentas Wangiri provienen comúnmente de países africanos, e incluso, pueden hacerse pasar por grandes empresas, lo que hace que estas deban permanecer en alerta, de que estos estafadores pretendan actuar en su nombre. “Este tipo de llamadas suelen proceder de lugares como Albania (+355 ), Costa de Marfil (+225 ), Ghana (+233), Nigeria (+234), aunque esto son solo unos ejemplos. Tampoco pierdas de vista los prefijos de tarificación especial +803, +806 o +807”, dicen también desde la Organización.
Para los consumidores, es esencial desconfiar de las llamadas no solicitadas que proceden de números extranjeros ya que la falta de familiaridad con el formato de estos números puede inducirlos a error, y no darse cuenta de que pueden estar cayendo en una estafa. La prudencia es, por lo tanto, clave ante las llamadas internacionales inesperadas.
Medidas para protegerse del Wangiri
Frente al aumento de la estafa del Wangiri, hay algunas medidas que tanto particulares como las empresas pueden adoptar para protegerse:
- Buscar los números de llamadas perdidas en Internet: antes de devolver la llamada a un número desconocido, se recomienda buscarlo por Internet. Los números asociados a empresas legítimas generalmente están bien referenciados así que aparecerían en su caso en la búsqueda.
- Informar sobre estos números sospechosos a tu operador: al informar de las llamadas sospechosas a tu operador, estarás contribuyendo a una posible acción colectiva. Si varios usuarios informan del mismo número, el operador puede decidir bloquearlo a nivel de red.
- Avisar a las autoridades: ya sea de forma presencial o desde el INCIBE.
- Bloquear los números conocidos por ser fraudulentos: si un número se identifica como potencialmente fraudulento bloquearlo impide cualquier devolución de llamada accidental en el futuro.
- Limitar el uso de su número de teléfono de forma online: los estafadores a menudo se dirigen a los números fácilmente accesibles en cualquier plataforma de Internet.
- Limitar el acceso de tu número de teléfono a personas y organizaciones de confianza
- ¿Qué deberían hacer las empresas? Informar a sus clientes sobre los riesgos relacionados con el fraude del Wangiri y recomendarles precauciones. Una comunicación proactiva puede incluir un mailing explicando que la empresa nunca contactará a sus clientes desde un número extranjero.
Foto Ivan Samkov de Pexels
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