Antes de que llegara la pandemia ya existía esta discusión sobre la mesa cada vez que nos juntábamos con amigos. Pagar a escote, o pagar lo que cada uno consume. Personalmente mi grupo de amigos es de los de pagar a escote, es decir, dividir la cuenta a partes iguales y pagar todos lo mismo independientemente de lo consumido por cada uno de ellos.
Pero este modus operandi no siempre es algo al gusto de todos. Puede que tú bebas agua en lugar de botellines, o que esa copa que tus amigas han pedido al terminar la cena en tu caso haya sido una infusión de té verde o un café que no cuesta igual. Puede que tu ensalada césar no esté a la altura en precio de ese solomillo que se ha pedido otro miembro de la mesa…
¿Es justo pagar por lo que comen otros? El debate está abierto y la popularización del Bizum es un momento de reflexión más para este tipo de situaciones porque aunque seamos amigos, si yo no consumo igual, ¿debo pagar igual?
La situación hemos podido verla hasta en series como Friends, en la que en un capítulo para celebrar el ascenso de Mónica deciden ir a comer a un restaurante más caro y Rachel por ejemplo, solo come la “ensalada de acompañamiento”. Al llegar el momento de pagar la cuenta Ross, Chandler y Mónica tratan de pagar a escote hasta que los otros tres amigos estallan por una situación injusta.
Con la llegada del Bizum parece que el momento “dividir la cuenta” mejora, pero lo único que ha hecho es volver a abrir la brecha de la discusión. Muchos siguen apostando por pagar a partes iguales, da igual lo que consumas, y otros más bien por cuenta propia, pagando solo lo que tú has consumido. Hasta Google Pay se ha sumado a la polémica:
Pagar a escote o cada uno lo suyo, un dilema igual de presente también con Bizum
La popularización de aplicaciones como Bizum, que permiten hacer transferencias instantáneas de móvil a móvil, ha facilitado las cosas y es mucho más sencillo pagar entre todos en un bar. Uno paga y el resto le hacen bizum con la parte que corresponda. Aunque eso sí, los caraduras que quieren escaquearse de pagar lo tienen más fácil que nunca porque el “te mando el Bizum” cuando llegue a casa es la excusa perfecta para no hacerlo nunca.
Una opción para evitarlo es solicitar el dinero a través del propio Bizum, y ahorrarte la vergüenza de tener que pedírselo a esa amiga remolona que aún te debe la cena de la semana pasada.
Existen trucos para evitar el drama de que unos paguen lo que no consumen, como dejar las copas fuera de la cuenta para que no engrosen las de aquellos que no beben, o incluso pagar por rondas si lo que estamos es de cañas, como hacen mis padres con sus amigos. Incluso aquel que pide lo más caro de la carta, puede poner de más y hacerse cargo por ejemplo de la propina o de ese extra que su plato ha sumado a la cuenta.
También existen otras opciones como usar Splitwise, de la que ya te hablamos como una solución para evitar las discusiones con amigos durante un viaje, por ejemplo. La aplicación te permite dividir gastos cómodamente y sin romperte mucho la cabeza.
Sea como sea y con la que aún tenemos encima lo más importante es poder juntarnos, celebrar la vida y que el tema del dinero quede en un segundo plano. Que pagar unas cervezas o unos vinos no arruine una reunión con amigos y que ya sea con Bizum o a la vieja usanza, el reparto sea uno con el que se sientan cómodos todos.
Fotos | Spencer Davis, Jarritos Mexican Soda on Unsplash
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