El regreso de Jimena desestabilizó a todo el servicio, sobre todo a Manuel, su marido, que creía tener pista libre con su amante, Jana. Sin embargo, desde que volvió a La Promesa, las cosas han estado bastante tensas entre ellos. No obstante, no podemos dejar de preguntarnos... ¿es Jimena una víctima o realmente es un verdugo?
Su ausencia en el palacio durante meses fue por un ataque de locura por el que tuvieron que ingresarla. Ahora que ya ha recibido el alta, podría estar a punto de que se repitiera este momento. Por un lado, el secreto que mantiene con Abel sobre su falso embarazo, la atormenta, y callárselo por no arruinar aún más su matrimonio, solo será leña a punto de arder. Por otro, el matrimonio con Manuel está roto. Él solo tiene ojos para Jana a pesar de que sea un amor prohibido entre un señorito y una doncella.
Además de todo esto, Jana ha descubierto unas sospechosas cicatrices en la cabeza de Jimena cuando estaba dándole un masaje, que ella ha relacionado con una aparatosa caída, pero todo apunta a que miente. ¿Habrá sido causado por sus padres con la intencionalidad de curarle la locura?
De verdugo a víctima
Todo nos hace pensar que el papel de verdugo que adquirió Jimena, se podría estar tornando ahora al de víctima. En el capítulo del miércoles, 3 de abril, Abel presiona a Jimena para que cuente la verdad sobre su falso embarazo, pero ella se opone porque la revelación puede ser el golpe de gracia a su maltrecho matrimonio. De hecho, el plan de Jimena es ofrecer un trato a Manuel: vivir en alcobas separadas dentro de La Promesa, de tal forma que solo actúen como un matrimonio de puertas afuera. Pero esto ya no le vale a Manuel. ¡Qué situación!
Fotos | RTVE
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