Cinco cosas que debes saber antes de intentar encontrar tu propósito. Sin conocerlas no conseguirás ser feliz

Para que tu vocación te haga realmente feliz antes debes reflexionar sobre estos aspectos clave según la psicología

Existe una sutil diferencia entre trabajar y trabajar en algo que nos apasione. En mi caso he trabajo en todo tipo de sitios, desde vendiendo líneas RDSI por teléfono hasta vendiendo trajes en una tienda de moda especializada, pasando por llevando las redes sociales de una librería, gestionando blogs para diferentes marcas o el que hago ahora, escribiendo artículos. En todos los trabajos he sido feliz y he sentido que crecía, pero solo en uno he sentido que estaba donde realmente debía estar y es con el que más desarrollo personal he experimentado. Solo uno ha sido mi vocación, el que realizo ahora mismo.

Es posible que estés en mitad de una crisis existencial como la que viví hace ocho años y que te preguntes qué estás haciendo con tu vida y si realmente eso a lo que te dedicas, es realmente algo en lo que sientes que puedes dejar huella. Para ayudarte a averiguarlo y a tomar una buena decisión, hay varias cosas que debes tener en cuenta según la psicología.

Felicidad y vocación no siempre van de la mano

Lo primero de todo es que entiendas que se puede ser feliz en un trabajo que no sea tu vocación. Y del mismo modo, vocación y felicidad no van de la mano. Conseguir el empleo soñado no es imprescindible para tener una vida plena. Pero cuando encontramos una carrera o un trabajo que nos entusiasma, tenemos más probabilidades de tener éxito y encontrar la felicidad a través del trabajo según los estudios.

El psicólogo canadiense Robert Vallerand asegura que si sientes que tu estado de ánimo y tu autoestima dependen tu pasión o vocación, el hecho de trabajar en ello se asocia con agotamiento y ansiedad. En cambio, si sientes que tu pasión refleja cualidades que te gustan de ti mismo y complementa otras actividades importantes de tu vida, conseguiremos una mayor vitalidad, un mejor desempeño laboral y un estado de ánimo positivo. Es decir: nuestro bienestar no puede depender solo de encontrar un trabajo que nos haga sentirnos realizados.

La pasión no llega solo de un trabajo que te gusta

En esta línea de pensamiento, creer que la pasión surge de hacer un trabajo que disfrutas es un error. Según Jon Jachimowicz, de la Escuela de Negocios de Columbia en Nueva York, la clave es averiguar dónde crees tú que surge la pasión. Hay personas que creen que la pasión surge de hacer lo que disfrutas y otros que la ven como algo que surge de hacer lo que crees o valoras en la vida. Los investigadores descubrieron que las personas que creen que la pasión proviene de un trabajo placentero tenían menos probabilidades de sentir que habían encontrado su pasión en comparación con las personas que creen que la pasión proviene de hacer lo que uno siente que es importante. Es decir, es más importante conocernos bien y averiguar qué sentimos como importante que encontrar un trabajo que nos guste.

Si quieres encontrar tu pasión deberás salir de tu zona de confort

Hay quien afirma que cuando se invierte suficiente esfuerzo, es posible que el trabajo se convierta en tu pasión. Los emprendedores aumentan su pasión cuando logran un progreso significativo en su empresa e invierten esfuerzo por propia elección, según afirmaban los investigadores de este estudio, pero no podemos llegar que nuestra vocación nos llegue por obra y gracia del espíritu santo.

La psicóloga Angela Duckworth, de la Universidad de Pensilvania, afirma que es un error pensar que en un momento de revelación se nos ocurrirá cuál es nuestra vocación. Para encontrar esa pasión, hay que explorar diferentes actividades y objetivos, y exponerse a diferentes desafíos y necesidades. Necesitamos salir de la zona de confort para averiguar qué es eso que nos hace felices.

Es mejor no tener vocación que tener una pero no dedicarle tiempo

Según los expertos, tener una vocación solo es un beneficio si se cumple, pero puede ser un detrimento cuando no se cumple en comparación con no tener ninguna vocación". Es decir, es mejor no tener vocación que tenerla y no dedicarse a ella. Si ya tienes un propósito que te inspira y te motiva pero no haces nada al respecto y no te esfuerzas o buscas cómo hacer que forme parte de vida, ya sea en el plano laboral o en otros, serás más infeliz.

Pasión y perseverancia irán de la mano

No podemos vivir solo de nuestra pasión. La perseverancia sin la consecución de la pasión es meramente un trabajo pesado, pero la perseverancia con la consecución de la pasión impulsa a las personas hacia adelante según averiguó Jon Jachimowicz. Es decir, necesitamos ambas para ser felices con nuestro trabajo. La perseverancia sin pasión es solo un esfuerzo más. La perseverancia con pasión es sinónimo de desarrollo personal. Ser perseverante es, según explica Duckworth  en su libro ‘Grit: El poder de la pasión y la perseverancia’ es caerse siete veces y levantarse ocho. Según la experta, las personas perseverantes también tienen una “preocupación última” que es otra forma de llamar a esa pasión o vocación.

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