María Yuste es, además de la mejor recomendadora de libros que conozco (echa un vistazo a este artículo si no me crees), una compañera de trabajo que me descubrió hace unos días una cuenta de TikTok absolutamente maravillosa. Es la de @TheHappy9to5 que llevan Tina y Eleni, dos psicólogas especializadas en Ciencias Organizacionales que dedican parte de su tiempo a algo que nos ayuda demasiado: enseñarnos cómo experimentar felicidad y bienestar en el trabajo, ese lugar en el que pasamos la mitad de nuestro tiempo.
Son ellas las que nos han contado cinco comportamientos tóxicos que hacemos en el día a día sin darnos cuenta y que son el caldo de cultivo para el burnout.
Mirar los emails a primera hora
333.2 mil millones de correos se envían cada día en todo el mundo según datos de Earthweb. Es posible que cuando llegas a tu puesto de trabajo haya decenas esperándote y leerlos a primera hora, provoca según las psicólogas, que tu estrés aumente y comiences el día marcando un tono algo agitado, con el cortisol por las nubes.
Es más, según un estudio publicado en Computers in Human Behavior reducir la revisión de nuestro correo electrónico aumenta nuestro bienestar y hace que el trabajo parezca más controlable. Escoge alguna franja del día para mirarlo, pero olvídate de revisar constantemente tu bandeja de entrada, porque hacerlo es una trampa para la productividad. Doy fe.
No tomarse descansos o el tiempo necesario para comer
Lo admito. Más de una vez he comido delante del ordenador pensando que así iba a ganar tiempo, y lo único que consigo es trabajar más lenta y peor. Necesitamos descansar. Sí o sí. La fatiga en el entorno laboral tiene numerosos efectos negativos en nuestro cerebro, como reducir la productividad, por lo que descansar es imprescindible para funcionar correctamente.
No te olvides que tienes derecho a descansar por ley. Si te cuesta hacer descansos, te recomiendo que los planifiques como harías con el resto de tu jornada y dentro de esta con la técnica de time blocking.
Priorizar el trabajo por encima de la vida personal
Ellas hablan de eventos, pero es extrapolable a la vida en general. Trabajar es importante, lo sabemos. Es lo que nos da de comer, pero pasar tiempo con tu familia y amigos también lo es. Y además, según la Universidad de Harvard, es la clave para nuestra felicidad. Si tienes la opción de elegir, elige tu tiempo por encima del tiempo de trabajo porque aunque no lo parezca, la felicidad también influye en nuestra productividad según este estudio.
Sentirte culpable por tomarte un día libre
Parte de la culpa de este pensamiento la tiene la cultura del esfuerzo, el mito del trabajo de tus sueños y la dismorfia de productividad que nos hace creer que no parar es el mejor truco para el éxito.
Piensa en lo que dicen las psicólogas: “el trabajo nunca acaba, pero tu energía y fuerza de voluntad sí”. Parar de vez en cuando es la manera de resetearnos para volver con más energía, y no deberíamos sentirnos mal por hacer algo que nos pide nuestra cabeza y nuestro cuerpo.
Sobrepensar todo lo que dices y haces en el trabajo
En palabras de las psicólogas, “tendemos a sobrestimar la atención que presta la gente y a que recuerden cada pequeño detalle”. Piensa en una conversación reciente con alguno compañero y dime palabra por palabra lo que dijísteis. Es imposible a no ser que tengas hipertimesia. El resto de la gente tampoco lo recuerda, y sobrepensar en el ámbito laboral es un problema que puede afectar a nuestra salud emocional y nuestra capacidad para funcionar día a día.
Lo mejor de sus recomendaciones es la que apuntan en el copy de la publicación “recuerda que el trabajo es sólo trabajo y nunca debe ser más importante que tu salud”. Aunque hablemos del trabajo de nuestros sueños.
Fotos | The good fight
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