En el año 2039, un tercio de los hogares en España tendrán solo una persona viviendo en ellos hasta los 7,7 millones de viviendas unipersonales frente a los 5,4 actuales, y el número de centenarios entre la población se triplicará según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE). Es más, las personas mayores de 80 años crecerán un 47,5% en los próximos 15 años. Seguirá habiendo más defunciones que nacimientos, ya que en las últimas décadas, concretamente desde mediados de los años 90, los niveles de natalidad han descendido ya que cada vez se tienen menos hijos, más tarde y las generaciones que podrían ser padres son menos numerosas y se plantean no tener hijos.
Se ha generado una pirámide demográfica inversa que seguirá creciendo. Ahora mismo, en España, el índice de envejecimiento es del 137%: hay 137 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 años, algo que se dispará en 2050 llegando a un 305%, y esto afectará al mercado laboral, algo que se ha reflejado en un reciente informe de la Fundación Adecco, que predice además que en el año 2030, más del 40% de la población activa en España tendrá más de 50 años. "El contexto de envejecimiento récord en el que estamos inmersos continuará en los próximos años y alcanzará su valor máximo en torno a 2050", como explica el informe, y esto afectará al sistema de pensiones, a las políticas asistenciales y sociales, y también a las dinámicas laborales.
El edadismo en las empresas
Pensemos en que con estos datos, el número de jóvenes que se que entrarán a formar parte del mercado laboral, la generación Z y sobre todo los Alpha, será insuficiente para cubrir las bajas por jubilación de la generación del baby boom. Y aunque la administración pública ha visto venir todos estos datos yha incrementado los números de plazas en sus convocatorias de empleo para compensar las 100.000 jubilaciones anuales que se prevén en los próximos años, el sector privado está en pañales.
Pensemos en las dificultades que los mayores de 50 tienen a la hora de encontrar trabajo. En España, el 44,76% de los 4,4 millones de parados, son mayores de 50 años y llevan más de dos años desempleados. El edadismo en el mercado laboral es una realidad no solo para los mayores, también para los jóvenes, y son ya numerosos estudios los que apuntan a que si estás entre los 30 y los 35 años de edad y buscas trabajo, las empresas te quieren, pero si estás por encima o por debajo de esas edad no se esfuerzan por integrarte. Pero en cambio, el análisis que hace Adecco asegura que en seis años la población activa mayor de 50 pasará de un 34 a un 40%, lo que es una demostración más de que existe un envejecimiento en la población activa a pesar de las reticencias de las empresas.
Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2024, existen dos problemas: desempleo entre los jóvenes de menos de 25 años con tasas del 26,89%, y desempleo de los mayores de 55 años, con un 10,13%. Adaptarse o morir es lo que les va a tocar a aquellas empresas que quieran tener empleados. En una población cada vez más mayor, o te adaptas y contratas a mayores y jóvenes, o te quedas sin trabajadores porque no hay suficientes si no incluimos a todos los posibles trabajadores activos, independientemente de su edad.
El informe lo explica de la siguiente manera:
El envejecimiento de la población también trae consigo desafíos que las empresas han de empezar a abordar para no quedarse atrás. Entre otros, la capacitación de la fuerza laboral para que los profesionales sénior mantengan su cualificación en el tiempo, los planes de sucesión para garantizar la transferencia de conocimiento -en un contexto en el que el relevo generacional se antoja complicado- o la erradicación del edadismo en los procesos de selección, de modo que el incremento de la edad de jubilación vaya acompañado de una voluntad de las empresas por contratar a personas veteranas.
Es decir, ese hábito de las empresas de rechazar de forma continuada a trabajadores por su edad y prescindir de los más veteranos así como de no contratar a menores de 30, tiene que desaparecer. Según datos del último informe Oferta y Demanda de Empleo en España de Infoempleo y Grupo Adecco, el 35,76% de las empresas consultadas tendrá problemas para renovar su plantilla cuando sus actuales empleados empiecen a jubilarse. Se necesita un cambio de política en la contratación, eliminando el sesgo del edadismo a la hora de cubrir vacantes, ya sea por debajo o por encima.
Además, Adecco asegura que las empresas deben facilitar “la capacitación de la fuerza laboral para que los profesionales sénior mantengan su cualificación en el tiempo”, y además asegurar “planes de sucesión para garantizar la transferencia de conocimiento”, ya que en los próximos 25 años viviremos una realidad laboral completamente nueva, y "construir culturas corporativas heterogéneas es una necesidad, no una opción", señalan desde Fundación Adecco. Esto implica que debe existir un aprendizaje intergeneracional porque en los próximos años cinco generaciones van a convivir en el mercado laboral: baby boomers, la Generación X, la millenial, la Generación Z y los Alpha. Puede ser una oportunidad de aprendizaje bidireccional en la que se una el pragmatismo de los veteranos con la priorización de valores de la generación Z.
Además, y para mantener el ritmo de crecimiento económico, España necesitará también fuerza laboral migrante para compensar a una población activa nativa cuyas cifras no dejan de bajar. En el mismo informe Adecco afirma que “la diversidad cultural es fuente de innovación, creatividad y crecimiento”, porque “cada cultura trae consigo diferentes experiencias, enfoques y habilidades”, lo que puede enriquecer nuestra dinámica empresarial, nuestra sociedad y nuestra economía.
Fotos | Ron Lach en Pexels, Cemrecan Yurtman en Pexels, Tiger Lily en Pexels
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