Está demostrado que una autoconversación negativa puede tener un efecto devastador para nuestra salud mental. Además de afectar de una forma directa a nuestra felicidad, en palabras de la psicóloga y directora de Trendencias Iria Reguera, “la forma en la que nos hablamos y las cosas que nos decimos afectan a nuestro autoconcepto”. Es decir, afecta a nuestra autoestima y la forma en que nos vemos, y eso, afecta a nuestro trabajo, a nuestras posibilidades de éxito y a nuestro futuro.
Esto lo sabe bien Simone Biles, la gimnasta estadounidense que se convertía en adalid de la salud mental hace unos años, y que regresaba a lo más grande en los Juegos Olímpicos de París 2024. Ahora es la gimnasta olímpica estadounidense más condecorada de la historia y afirmaba que esto no habría sido posible sin un apoyo constante de su salud mental, en una entrevista a la NBC.
En esta línea, algo en lo que Biles parece haber trabajado es la autoconversación. Antes de empezar sus pruebas, Simone Biles parece susurrar algo, moviendo los labios pero en voz alta para que sea ella misma quien lo escuche. Aunque solo tiene tres palabras, es brillante: “Puedes con esto”.
“Puedes con esto” o cómo la intencionalidad en nuestras conversaciones internas afecta a nuestro éxito
En 2016, Biles explicó a CNBC que la mayoría de veces que se sube a un tatami, se dice frases cortas como la que comentábamos antes, “Puedes con esto”, o simplemente, “confianza”. Prepararse para rendir al más alto nivel no solo necesita entrenamiento y compromiso, también determinación y hablar intencionalmente con uno mismo. Esa intencionalidad según el psicólogo y filósofo Franz Brentano, es común a todos los fenómenos psicológicos y se trata de la propiedad que dirige a un acto o suceso determinado hacia un objeto o meta situada en el mundo externo. De hecho funciona propositivamente para alcanzar una meta, y es consciente, por lo que se puede autorregular.
Hablarse a uno mismo en tercera persona como hace Biles con su “Puedes con esto”, puede reducir el estrés y mejorar el rendimiento, según demuestran las investigaciones. Y además, y tal y como explica Ethan Kross en su libroChatter’, profesor de psicología de la Universidad de Michigan, “Somos mucho mejores dando consejos a otras personas que a nosotros mismos”, así que hablarnos en tercera persona como lo haríamos con un amigo, se convierte en una herramienta mucho más poderosa. Y si lo hacemos en voz alta mejor, porque agregamos ese plus de intencionalidad del que hablábamos antes, que nos sirve para motivarnos y darnos confianza.
El diálogo interno positivo consigue detener los pensamientos negativos que pueden ser bloqueantes y obstaculizarnos a la hora de alcanzar un objetivo en el trabajo o en cualquier proyecto personal. Según Kross, hablar con uno mismo en tercera persona, como hace Biles, es una forma de prepararse para un desafío, y aunque no es una fórmula mágica, sí es un buen comienzo. Que se lo digan a Biles.
Fotos | Gtres
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