Probé la “regla del minuto” para mejorar mi productividad teletrabajando. Ahora es el truco que recomiendo hasta a mi jefa

Es complicado mantenerse al día con la cantidad de información sobre productividad que damos los medios. Por eso encontrar un truco fácil y que siempre funciona es como encontrar el santo grial, casi un milagro.

En este caso además, hablamos de uno que llega para vencer la procrastinación. Es la llamada “regla del minuto”, un hábito muy fácil de integrar en el día a día y que es tremendamente efectivo.

La regla del minuto, el truco de productividad que funciona

Acuñada por Gretchen Rubin, experta en hábitos y felicidad y  autora bestseller del NYT con libros como ‘Better Than Before’, ‘The Happiness Project’ o su último lanzamiento ‘Life in Five Senses’. La “regla del minuto” es una estrategia que se enfoca en abordar las actividades cotidianas de manera efectiva, haciendo que impacten en nuestra productividad laboral sin darnos ni cuenta.

Lo que promueve la “regla del minuto” es que evitemos procrastinar las tareas pequeñas, preguntándonos "¿puedo resolver esta tarea en tan solo 1 minuto?". Si la respuesta es que, es el momento de llevarla a cabo y eliminarla así de la lista de tareas pendientes. Por ejemplo, meter la taza en el lavavajillas después de tomarnos el café trabajando. Colgar el abrigo en una percha en el armario cuando llegamos. Contestar un email. Hacer cualquier tarea que surja en el momento siempre que se pueda terminar en un minuto o menos.

Según la experta, este sencillo hábito es fácil de implementar y puede tener un gran impacto en un obstáculo común para la felicidad: la procrastinación. "Debido a que las tareas son tan rápidas, no es tan difícil seguir la regla y tiene grandes resultados. Cumplir con todas esas pequeñas y molestas tareas nos hace sentir más tranquilos y con más energía porque no nos arrastra el peso acumulado de una masa de pequeños e insignificantes deberes", explicaba la propia Gretchen Rubin.

Esta es una regla increíblemente fácil e increíblemente efectiva, pero es importante seguirla consistentemente si quieres ver resultados. En mi caso, ha conseguido que tenga tiempo para hacer las tareas realmente importantes y consigue que mi casa, especialmente mi despacho, esté muy ordenado y eso afecta a mi productividad.

La regla del minuto consigue que aborde las tareas antes de que se conviertan en una gran tarea. Por ejemplo, cuando respondo correos electrónicos de inmediato, mi bandeja de entrada está despejada y no se convierte en una tarea abrumadora. No tengo que dedicar una tarde a los emails, porque está todo al día, algo que no me pasaba antes, que necesitaba una hora al día solo para organizarme.

Las personas que viven en ambientes desordenados tienen tendencia a tener un mayor índice de cortisol,lo que provoca un mayor estrés. Además, el orden está directamente relacionado con la salud mental. Expertos como Peter Walsh insisten en que existe una correlación en los patrones diarios de humor y organización, y en The Way Pointe afirman que 20 minutos ordenando puede “reducir considerablemente los síntomas de ansiedad o depresión”.

Según Rubin, la regla del minuto es capaz de aliviar la sensación de carga mental, distracción e indecisiones, porque cuando hacemos rápido las tareas y sin procrastinar, ganas tiempo al no añadirlas a tu lista de tareas pendientes y no tienes que priorizar las tareas. Las haces siempre que te lleven poco tiempo. De esta forma, el foco se pone en aquellas tareas realmente importantes y que aportan valor a tu trabajo.

Conseguimos mantener una sensación de organización que nos despeja el ruido mental y nos permite evitar la distracción que supone saber que después, tenemos una gigantesca lista de pequeñas tareas por hacer. Además, nos permite dejar de dar vueltas a ciertas tareas porque simplemente las hacemos sin pensar en nada más.

El pintor francés Eugene Delacroix decía que “aumentas tu autoestima cuando sientes que has hecho todo lo que debías haber hecho, y si no hay nada más que disfrutar, queda el principal de los placeres, el sentimiento de estar satisfecho con uno mismo”. Con la regla del minuto siento que he hecho tantas cosas en el día, que no puedo evitar sentirme orgullosa de ello. Y hasta tengo más tiempo para dedicárselo a lo que de verdad me gusta.

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