El truco para responder ante una falta de respeto en el trabajo según una experta en comunicación

Comenzar a tener una comunicación asertiva en el trabajo puede tener cambios significativos en nuestra vida laboral. En este ámbito hay algo que todos deberíamos comenzar a trabajar que que la manera en que reaccionamos cuando otra persona en nuestro entorno laboral, ya sea nuestra jefa o jefe o un compañero o compañera, nos falta el respeto.

Hacerlo no siempre es sencillo, pero la buena noticia es que se puede aprender. Para ello, escuchamos los consejos de Aurora Michavila, experta en comunicación y autora del libro 'Supercomunicadores: Habla claro, defiende tus ideas y sé siempre tú', que nos da las claves para responder ante una falta de respeto en el trabajo.

Tenemos que tener claro que vamos a responder para que la otra persona pueda ver que ha cometido un error, siempre desde el respeto pero tratando de dejar claro que ese comentario nos ha hecho daño o que no estamos dispuestas a tolerar ese tipo de comportamientos.

El primer paso, analizar antes de contestar

Las personas con confianza eligen sus respuestas y no son impulsivas, algo que aprendimos de la Dra. Cortney S. Warren, psicóloga licenciada en la Universidad de Harvard. Por eso es imprescindible parar, respirar y analizar la situación antes de hacer nada.

Antes de explotar y contestar a ese comentario negativo que hemos recibido, Aurora Michavila nos habla de analizar lo que está pasando para no meter la pata. Pensar en si es un buen momento para tener o no esa conversación en caliente, e incluso plantearnos las consecuencias de contestar es importante para evitar arrepentirnos en el futuro. Eso no significa que no debamos poner límites aunque haya sido nuestro jefe, sino que seamos conscientes de que hacerlo puede cambiar las cosas para bien o para mal.

Asegurarse de la intención con la que se ha dicho lo que se ha dicho es crucial. Para ello, no está de más preguntar. Usar una frase para reafirmar lo que se ha dicho, obligará al interlocutor a razonar su respuesta, y da la oportunidad a que la otra persona se de cuenta del error. Un ejemplo, imagina que un compañero te dice que no tienes ni idea de cómo hacer tu trabajo. Podemos preguntar algo como: "Me parece haber entendido que estás diciendo que no tengo ni idea de cómo hacer mi trabajo, ¿es eso lo que has dicho?" o incluso, indagar y preguntar más. "No sé a qué te refieres cuando dices que soy incompetente, ¿me lo podrías explicar?"

Además, revisar tu estado emocional para asegurarte de que realmente ha habido una falta de respeto y no que te has tomado mal una crítica, por ejemplo, es importante antes de dar el paso y afrontar esa falta de respeto.

Cómo responder ante una falta de respeto en el trabajo

Tal y como nos explica Iria Reguera, psicóloga y redactora jefa de Trendencias, “es importante que trabajemos la escucha activa ya que sin ella no hay asertividad posible”. Una vez tenemos claro que ha sido una falta de respeto, la experta nos da varias opciones para responder con asertividad a ese comentario.

Es posible que la reacción que la otra persona ha tenido no tenga nada que ver con nosotros sino con cómo está ella misma. Podemos hacerle ver que su comportamiento no es adecuado con un sencillo “¿estás bien?” en el momento en que recibimos la falta de respeto por su parte. Es una manera de hacer ver a esa persona que su reacción está fuera de lugar.

De esta misma forma, podemos expresar que le entendemos, por ejemplo diciéndole “veo que esto que ha pasado te molesta” y buscar una explicación desde la empatía añadiendo un “pero necesito que me ayudes a entenderte para solucionarlo”.

También podemos decírselo de una forma más clara, pero asegurándonos que vemos mala intención por su parte. Por ejemplo, la frase “no creo que hayas hecho de manera intencionada, pero estás usando un lenguaje hiriente y me duele lo que me has dicho”.

Lo mejor es que busquemos una respuesta asertiva que no dé por zanjada la conversación y que nos invite a expresar lo que sentimos y necesitamos pero en un espacio seguro y de una forma clara y respetuosa. Un ejemplo, "Entiendo que tengas una opinión diferente, pero me gustaría que hablemos de esto de manera respetuosa, para no confundir lo que de verdad estamos discutiendo."

También podemos ser más tajantes y establecer un límite más claro expresando que no vamos a tener una conversación que comienza con una falta de respeto. "No estoy dispuesta a participar en una conversación con insultos. Si queremos resolver el conflicto necesito que ambos tengamos un tono respetuoso."

Cualquiera de las opciones es más que válida, tal y como explica la experta, pero eso sí: siempre desde el respeto y con un tono calmado para evitar que el conflicto se nos vaya de las manos.

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