Sin duda las relaciones sexuales son una parte viral de nuestro ser y forman parte de nuestra pareja ya que es lo que la diferencia del resto de amistades. Siempre se ha dicho que solo se realizan para concebir pero en las últimas décadas ha sido más placer que otra cosa y eso se debe a los grandes orgasmos que produce este acto.
El último programa de Upeka by Aegon ha estado cargado de sexualidad y deseo, un tema que durante años ha sido tabú pero que hoy en día se habla de ello de manera más abierta. Hay un punto que aunque es común tanto en hombres como en mujeres, cuesta más en el lado femenino es el tema del orgasmo vaginal que siempre ha sido un tema misterioso para muchas. Como definición, el orgasmo es la descarga repentina de la tensión sexual acumulada durante el acto sexual o masturbación que da lugar a contracciones musculares en la zona pélvica. Se puede conseguir excitando de diferentes maneras y aunque las relaciones sean cosa de dos, siempre se han centrado más en el placer masculino cometiendo un error garrafal.
Muchas personas siempre han pensado que el orgasmo femenino se alcanzaba a través de la penetración vaginal y sin duda no es para nada la práctica favorita de las mujeres. De hecho, sin estimulación clitorial sin manos, se estima que solo llegan al clímax el 30% de los casos. El orgasmo es una experiencia mental y de forma erótica podemos alcanzar puntos bastante interesantes y lo vemos por ejemplo en algunos casos cuando dormimos que sin darnos cuenta hemos tenido un orgasmo a través de los sueños.
Hay partes anatómicas en nuestro cuerpo que nos ayudan a tenerlo y en el caso de la mujer sin duda es el clítoris ya que es la zona baja con más terminaciones nerviosas en comparación con la vagina y la única parte pensada expresamente para el placer sexual.
Hubo una teoría en los años 40 donde el famoso psicólogo Sigmund Freud inventó que había 2 tipos de orgasmos femeninos y que las mujeres cuando madurábamos al casarnos con un varón, llegábamos al orgasmo a través de la penetración y si no éramos inmaduras. Esta inmadurez si no alcanzabas este punto con tu marido, supuestamente se curaba con sus terapias, estrategia clara para ganar dinero a costa del machismo. Muchas mujeres han sufrido a lo largo de la historia por no llegar al clímax sintiéndose culpables por sus maridos y hasta la actualidad no se ha desmentido todos esos bulos que solo dañaban nuestra imagen.
Sin duda esperamos que gracias al programa quede claro que no es nuestra culpa no llegar al orgasmo. Y tú, ¿Crees que existe?
Imágenes | @upeka_oficial y Foto de Annie Spratt en Unsplash
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