Seguro que alguna vez te ha pasado está situación: ves a un bebé super mono y te dan ganas de morderle los cachetes o los muslitos por la ternura que te produce o incluso con tu pareja sentir que le quieres morder de forma cariñosa. Aunque lo parezca, no es canibalismo y le pasa a más personas de las que pensabas teniendo esto una justificación científica.
Sin duda Upeka se ha convertido en una fuente de sabiduría que nos enseña de todo y está vez, de la mano de Raquel Mascaraque, nos explican la razón de este comportamiento que para muchos es demasiado extraño. La universidad de Yale lo ha investigado y ha llegado a la conclusión de que esto se denomina expresión dimorfa o agresión tierna ya que combina un sentimiento de amor extremo con un gesto algo agresivo que hacemos sin pensarlo la mayoría de veces.
Las situaciones donde sentimos muchas emociones abrumadoras, causan un colapso en nuestro interior que no podemos gestionar y a modo de respuesta, nuestro cuerpo reacciona con expresiones negativas. Esto tiene una razón ya que nos ayuda a regular todos aquellos estímulos que nos abruman aplicando una respuesta contraria a la que queremos hacer.
Suele ocurrir con las ganas de querer morder o comernos a alguien ya que, este comportamiento, libera tensiones y es mucho más eficaz en el momento dejándonos claro que esa persona o animal nos transmite muy buen rollo.
Si la gente cercana a ti te provoca esto, es sin duda muy buena señal. Y tu, ¿Lo has sentido alguna vez?
Imágenes | @upeka_oficial y Foto de Ketut Subiyanto:
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