En la Comunidad Valenciana se encuentran algunos de los lugares más famosos y visitados de España. Sin embargo, las auténticas joyas son siempre aquellos parajes que mejor valorados están por los autóctonos pero que son desconocidos para los turistas. Unos requisitos que cumple Chelva, una joya rural de la provincia de Valencia.
Completamente desconocido para la mayoría de los españoles y los extranjeros, esta pequeña localidad de la comarca de Los Serranos es naturaleza, historia, cultura y tradición a tan solo una hora de la ciudad de Valencia. Además, sus estrechas y acogedoras calles, así como sus construcciones civiles y religiosas hacen de este un destino idóneo para viajar a la época medieval.
De hecho, se la conoce como "la villa de las tres culturas" debido a que, hasta el siglo XVII, convivieron en este pueblo tres religiones diferentes: judíos, musulmanes y cristianos. Algo que le ha otorgado a la población una gran riqueza cultural que sigue siento visible en cada uno de sus rincones. No obstante, su historia se remonta a la época romana, tal y como evidencian los restos arqueológicos encontrados en la zona.
Guillevilla98
El monumento más emblemático de Chelva está considerada una de las mejores obras del barroco valenciano. Se trata de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicada en la Plaza mayor. También merecen una mención especial el barrio andalusí de Benacacira, famoso por sus calles sin salida y sus casas encaladas. Por otro lado, el barrio judío del Azoque conserva a la perfección su esencia medieval.
El Arrabal (el barrio Mudéjar-morisco) también mantiene el trazado original y todavía cuenta con elementos históricos que hacen al visitante sentirse en pleno siglo XIV. El barrio cristiano de las Ollerías, por su parte, permite pasear por calles más amplias y ordenadas pero descubriendo todavía el encanto medieval de Chelva.
Vicente
Eso sí, no todo el atractivo de este pueblo reside en su patrimonio arquitectónico, histórico y cultural. Una buena forma de conocer sus paisajes fluviales es siguiendo la Ruta del agua de Chelva. Se trata de una excursión circular que pasa por lugares de gran belleza paisajística como el “Molino Puerto” o “La Playeta”, una zona de baño rodeada de naturaleza.
Foto de portada | Marcela Escandell
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