Si somos sinceros y realistas, hay que reconocer que viajar trae muchas alegrías pero, también, no pocas decepciones. Sobre todo, en la era de las redes sociales cuando, más que nunca, lo que te llega nunca es como lo que pediste y las personas solo se parecen en parte a sus fotos de perfil. Pues con las vacaciones pasa lo mismo. Un lugar es más divertido y bonito si puedes meter en el encuadre lo mejor y dejar fuera lo peor. De este modo se crean unas expectativas alimentadas por lo que nos han vendido y lo que nos hemos imaginado nosotros que no se corresponden en absoluto con la realidad o que son solo una realidad sesgada.
Esto no quiere decir que tengamos que vivir con la incertidumbre de pensar que un determinado destino que nos imaginábamos espectacular pueda acabar siendo horrible una vez en él. Pero sí que puede acabar pareciéndonos peor de lo que es solo porque no se corresponda con lo que esperábamos.
Ante este panorama, a la hora de planificar un viaje, lo mejor es mantenerse con los pies en el suelo y no solo buscar fotos en Pinterest y cuentas de influencers. Es decir, debemos informarnos explícitamente sobre los aspectos negativos de los que hablan quienes ya han visitado un determinado destino.
Vitor Monteiro
Una forma de hacerlo es leyendo blogs de viaje u opiniones en plataformas como Tripadvisor. De hecho, un grupo de analistas elaboró recientemente un ranking en base a las datos vertidos por los usuarios de esta página. El resultado fue una lista con las 85 ciudades del mundo que los viajeros de todo el mundo pensaban que tampoco eran para tanto.
La buen noticia es que el primer puesto no lo ocupa una ciudad española, la mala es que sí aparecen algunas a lo largo de los puestos. Y la primera de ellas es una de las más turísticas de nuestro país: Barcelona.
Enes
La ciudad condal se encuentra en la posición 12 de la lista. Además, el Parque Güell ha sido señalado el lugar emblemático más decepcionante de la ciudad. Y es que el 13,5% de los turistas volvieron a casa desilusionados y pensando que Barcelona está sobrevalorada. No obstante, hay que tener en cuenta que, cuanta más popularidad tenga un lugar, mayor cantidad de detractores encontrará. Es pura estadística.
Tampoco ayudan la masificación, capaz de hacer que hasta un auténtico paraíso se convierta en una pesadilla. Y es que todo ello implica colas kilométricas, aforos completos y una ocupación hotelera y de la restauración de salir corriendo. No obstante, podemos consolarnos con que muchas grandes capitales mundiales (como Tokio, París o Londres) nos pasan por delante en el top 10.
Foto de portada | Tomáš Nožina
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