¿Sabes que existe la una asociación llamada Los Pueblos Más Bonitos de España? En caso de que la respuesta sea que no, ya te informamos nosotras al respecto. Esta organización lleva funcionando en nuestro país desde 2011 con la finalidad, según su web, de promocionar las zonas preferentemente rurales y de pequeños municipios.
Revisando los integrantes, hemos puesto el ojo en Castilla-La Macha y más concretamente en Alcalá del Júcar, en Albacete, que lleva formando parte de esta lista desde 2014, un año antes de que lo consiguiera Frigiliana, el pueblo de Málaga que parece Mykonos.
El encanto de un pequeño rincón de Albacete
Entre las bondades de Alcalá del Júcar se encuentran su imponente castillo de origen árabe, eso sí, sin la peculiaridad del circular de Palma, uno de los favoritos de National Georgraphic, y sus casas colgantes, no solo están en Cuenca, favorecidas por su construcción de forma escalonada en el cerro, lo que hace de la visión del pueblo desde la distancia una imagen de lo más pintoresca y curiosa.
Cuenta con algo más de 1000 habitantes y fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1982, una distinción regulada por el Ministerio de Cultura.
La localidad, que recibe su nombre en parte debido al río que la atraviesa, tiene además los atractivos de sus casas cueva, en las que te puedes hospedar, un entorno natural incomparable gracias a parajes como el Tranco del Lobo, el parque Hoz del Júcar o el embalse del Molinar y un romántico puente de estilo romano con interés histórico que conecta la zona vieja de Alcalá del Júcar con la más nueva.
La leyenda de Zulema
¿Qué sería de un municipio con aires medievales, como la villa catalana que enamoró a Piccaso, sin una leyenda? Pues que se quedaría a medias, por eso Alcalá del Júcar cuenta con una que tiene dos versiones. Ambas tratan de la princesa Zulema y son opuestas en todos los sentidos.
En la primera de ellas, el moro Garadén la rapta para que se convierta al islam con idea de casarse con ella. Zulema ante tal situación decide acabar con su vida lanzándose desde la torre del castillo.
La segunda, por suerte, es un poquito más amable. En este caso Zulema es musulmana y se enamora, cómo no, de un caballero cristiano. Ante la negativa de su padre, que en este caso es Garadén, huye del castillo y se marcha con su amor a una aldea cercana que, curiosamente, se llama como la protagonista de la leyenda.
Fotos | Wikipedia y Pixabay et al
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