La prestigiosa guía de viajes Lonely Planet ha escogido este precioso rincón de Cantabria como el pueblo de interior más bonito de España

Después de que la pandemia hiciera acto de presencia, el turismo nacional se disparó y muchas tomamos conciencia del tesoro que hay dentro de nuestras fronteras. En esa línea te proponemos descubrir Potes, un pueblito cántabro cuyo nombre seguro que reconoces y que se ha alzado como el más bonito de interior según la famosa guía de viajes Lonely Planet.

Un trocito de la historia de Potes

Potes es la capital de la comarca de Liébana. Es una zona de llanura rodeada de montañas, un paisaje de lo más pintoresco. Hay referencias documentales de la población desde mediados del siglo IX y de acuerdo a la web de Turismo de Cantabria.

Esta villa cántabra se conoce como de los puentes y de las torres. De hecho, de la primera referencia viene su nombre de acuerdo a la página web de la comarca de La Liébana. Los romanos llamaron al pueblo Pontes, por puentes, y su nombre actual derivó de ahí. Entre estas construcciones está el Puente de la Cárcel, sobre el río Quiviesa, a los pies de la Torre del Infantado, que sirvió de prisión; el Puente de San Cayetano, a la altura de la ermita homónima; y el puente principal de la localidad, el Nuevo, que pasa por el centro neurálgico de la villa. De sus torres destacan la del Infantado y la de Orejón de la Lama, las dos del siglo XV.

Las callejuelas empedradas y caserones, los cuales aún conservan blasones en sus fachadas, son capaces de trasladar al visitante a épocas pasadas, logrando así crear una experiencia inmersiva que va más allá de un simple viaje.

La fuerza de la gastronomía en Potes

En la página web del Ayuntamiento de Potes hablan de “Comarca de excelencia gastronómica” ensalzando el cocido lebaniego, la carne de ternera, cordero y cabrito y sus riquísimos quesos. Sí, se nos está haciendo ya la boca agua.

Sin embargo, la cosa no se queda ahí, ya que también hay que compensar un poco la parte dulce con la exquisita miel de la zona, los postres caseros, en Vagamundos Viajeros destacan el canónigo, una especie de natillas con suflé de caramelo, y un té con orujo destilado que se convierte en el mejor broche para terminar cualquier comida.

Además, si probar estas delicias en la visita te sabe a poco, siempre puedes hacerte con algunas de ellas en el mercado que montan cada lunes en Potes en la plaza de la villa.

Potes, un paraíso natural para disfrutar

Dependiendo de la época del año en la que vayas a Potes, puedes disfrutar de unas actividades u otras en plena naturaleza: desde barranquismo, hasta recorridos por vías ferratas para los más arriesgados, o paseos con raquetas por la nieve.

Y es que Potes es el punto de partida perfecto para conocer los Picos de Europa mediante diferentes rutas de senderismo, una forma ideal de disfrutar de unas vistas incomparables desconectando de la rutina y respirando aire fresco.

Fotos | Wikipedia et al.

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