El turismo nacional disparado de los últimos años es prueba de que somos muchos los que hemos tomado conciencia de los tesoros que tenemos dentro de nuestras fronteras. Y si quieres convencerte tú también te proponemos descubrir Potes, un pueblito cántabro cuyo nombre seguro que ya te suena y que ostenta el título de ser el más bonito de interior, según la famosa guía de viajes 'Lonely Planet'.
Un trocito de historia
Potes es la capital de la comarca de Liébana, una zona de llanura rodeada de montañas y un paisaje de lo más pintoresco. A esta villa cántabra se la conoce como la de los puentes y de las torres. De hecho, de la primera palabra viene su nombre. Los romanos llamaron al pueblo Pontes y su nombre acabó derivando hasta el actual.
Entre estas construcciones se encuentra el Puente de la Cárcel, atravesando el río Quiviesa a los pies de la Torre del Infantado y que sirvió de prisión. También, el Puente de San Cayetano, a la altura de la ermita homónima y el puente principal de la localidad: el Nuevo, que pasa por el centro neurálgico de la villa.
De la parte de sus torres destacan la del Infantado y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV. Otro de sus encantos son las callejuelas empedradas y los caserones, los cuales aún conservan blasones en sus fachadas. El conjunto tiene la capacidad de trasladar al visitante a épocas pasadas, creando involuntariamente una experiencia inmersiva que va más allá de la simple escapada.
La fuerza de la gastronomía en Potes
Ya desde el Ayuntamiento de Potes hablan de “comarca de excelencia gastronómica”, ensalzando el cocido lebaniego, la carne de ternera, cordero y cabrito y sus riquísimos quesos. Sí, se nos está haciendo ya la boca agua.
Sin embargo, la cosa no se queda ahí, ya que para endulzarnos la vida podemos darnos un capricho con la exquisita miel de la zona y los postres caseros tradicionales. Recomendamos el canónigo, una especie de natillas con suflé de caramelo, acompañado de un té con orujo destilado. Será el mejor broche para terminar cualquier comida.
Además, si probar estas delicias en la visita te sabe a poco, siempre puedes hacerte con estos manjares en el mercado que se monta en Potes cada lunes en la plaza de la villa.
Potes, paraíso natural
Dependiendo de la época del año en la que vayamos a Potes, podremos disfrutar de unas actividades u otras en plena naturaleza: desde barranquismo hasta recorridos por vías ferratas para los más arriesgados, y pasando por paseos con raquetas por la nieve.
Y es que Potes es el punto de partida perfecto para conocer los Picos de Europa mediante diferentes rutas de senderismo, una forma ideal de disfrutar de unas vistas incomparables desconectando de la rutina y respirando aire fresco.
Foto de portada | Paulino Acosta Santana
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