Si todavía no te has decidido por un traje de baño, te recuerdo que el triquini sigue arrasando. Es la pieza más sensual y atractiva entre el bikini y el bañador, aunque también es cierto que es la más complicada de lucir porque no es fácil que quede bien. Pero esto tampoco es mucho problema, ya que hay diseños que casi son bañadores y sientan mejor. Lo que sí es muy importante tener en cuenta el color de la piel y el cabello a la hora de elegir el triquini, los colores no sientan a todas las mujeres por igual. A las mujeres rubias les sientan muy bien los tonos turquesas, corales, fucsias, morados y pistacho, mientras que a las morenas les quedan muy bien los blancos, rojos y fucsias.
Los más sexys y atrevidos realzan las curvas femeninas más sinuosas, mientras que otros insinúan pero no enseñan. Esta temporada, se recuperan formas del pasado, encajes, punto, bordados y todo tipo de aplicaciones para decorarlos, prendas que elevan al máximo la sensualidad y atractivo de la mujer. A mi los que más me gustan son los lisos y de escote palabra de honor porque son los más cómodos. Y los recomiendo para todas las que tengáis poco pecho. De hecho me he comprado el diseño que aparece en la imagen de la colección de Liz Hurley pero en chocolate y queda impresionante.
En los triquinis las tiras entrelazan para cubrir lo justo y necesario, sin duda los más sexys y estilosos. Con escotes de vértigo y aberturas asimétricas, aptos para mujeres atrevidas y con carácter, estilizan la silueta, realzan el busto y se ajustan perfectamente al cuerpo.
La espectacularidad y elegancia de los triquinis se acentúa en sus originales colores y estampados abstractos. Colores tan favorecedores como el negro, el oro, el plata, el blanco, fucsia y el turquesa, que quedan fenomenal cuando la piel posee un suave y favorecedor bronceado. Con aire retro, cortes estratégicos, tiras cruzadas, grandes lazadas y aplicaciones de “strass”, lentejuelas, “pailletes”, pedrería, encajes y bordados, todo vale.
Lss diseños suelen ser con aros o sin ellos, que otorguen comodidad, sofisticación y sensualidad a la mujer. Se llevan los fondos inspirados en los años setenta, los tejidos románticos con delicados encajes, los diseños futuristas o los inspirados en las estrellas del rock de los años ochenta. Las rayas, los motivos florales y geométricos se mezclan con tonos intensos para potenciar los estampados. Desde el turquesa al marrón, pasando por el naranja, el rosa, el blanco, el morado hasta llegar al omnipresente negro, un básico en la moda de baño.
En el ámbito internacional, Kart Lagerfield, para Chanel, propone un triquini blanco con broche dorado y cadena de perlas blancas, mientras que Alexander McQueen opta por uno bruñido en pedrería. Max Mara prefiere vestir a la mujer con un triquini inocente y de inspiración Naïf, mientras que Gucci apuesta por los triquinis con formas retros y estampados dulces. Más atrevida y sexy se muestra la italina Donatella Versace con triquinis de tiras anudadas al cuello.
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