La verdad es que el vestido se las trae, no es nada fácil de llevar, como casi todo lo que hace Nicolas Ghesquière para Balenciaga. De todos modos yo tengo mi elección más que clara, y no es una simple opción sino la confirmación de que cuando alguien tiene estilo innato es capaz de llevar cualquier cosa imposible con la mayor de las elegancias.
Al contrario, cuando una no tiene idea ninguna de lo que le sienta mal o bien es capaz de destrozar cualquier apuesta segura, y eso es lo que le pasa a la reina del r&b, Ashanti, que cantar canta como los angeles, pero lo que es vestir...nada de nada. Y no sé si es cosa suya o de sus estilista, si es un talento propio, mal, por no haber aprendido nada en todo lo que lleva de carrera musical, y si la culpa es de su estilista, ya ni te cuento, porque le paga a alguien por ser su peor enemiga...
Su elección de complementos es, en mi opinión, nefasta, añadirle un cinturón art déco a un vestido acharolado y futurista es echar más leña al fuego, y calzarse encima unas sandalias amarillas, el colmo del mal gusto.
Cate Blanchett sin embargo es el polo opuesto al mal gusto; es la sofisticación personificada y es capaz de adaptar cualquier estilo a su look de diva de la época dorada; se ponga lo que se ponga, por muy indescriptible, horrendo, o difícil que sea, ella lo lleva con gracia.
Este vestido de la colección de verano 2007 de Balenciaga, que ya tiene un tiempo porque se presentaba el 3 de Octubre de 2006 como parte de una serie de propuestas muy robóticas, le sienta fenomenal a la actriz asutraliana, que lejos de parecer una mujer cibernética, parece lo que es, una dama, del espacio, pero una dama.
Sus complementos son perfectos y suavizan un vestido algo frío y mecánico; los peep toe en color crudo y la falta de joyas, desde luego, la acompañan.
Un diez para Cate. ¿Qué opináis vosotros?
Vía | thefashionspot
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