Christina Ricci fue niña prodigio, musa indie, chica Allen, chica Burton y una de esas adolescentes redonditas (algo, no mucho) que de cuando se hizo mayor quiso adelgazar y convertirse en sirena de Hollywood. Y lo consiguió, aunque siempre desde un estratégico segundo plano. Su cambio fue para bien, aunque en un principio la pérdida de peso fuera radical, Ricci se ha ido manteniendo con los años y sus cambios de look han sido siempre una grata sorpresa.
Como grato ha sido su paso por la "Whitney Museum of American Art’s 2008 Gala and Studio Party" por dónde se dejaba ver ayer enfundada en un espectacular vestido de Versace Atelier de la coleccion de Otoño-Invierno 2008/09, firma que patrocinaba el evento, con un vertiginoso escote en la espalda y una bonita cola.
Christina estuvo muy bien respaldada en el evento (y nunca mejor dicho) por multitud de caras conocidas que por amor al arte o sin él, no quisieron faltar a la noche en el museo.
Becki Newton, la recepcionista mala malísima de Ugly Betty, también estuvo allí, con uno de esos maravillosos Versace de la colección de Otoño/invierno en color púpura y con dibujos basados en los fotomontajes de Tim Roeloffs .
Coincidió en su elección con la socialité Byrdie Bell, pero esta última prefirió su versión en amarillo.
Helena Christensen, a la que últimamente no paramos de ver en desfiles y fiestas varias, estaba muy sexy con un vestido asimétrico, también de Versace.
Juliette Lewis tampoco faltó, y adaptó su look grunge a un vestido bustier en color champán que combinó con unos zapatos en tono frambuesa.
Allegra Versace, de corto y de negro, volvía a aparecer en público tras algún tiempo retirada de la vida púlica, y a pesar de que su aspecto físico sigue siendo bastante frágil, parece que se va recuperando poco a poco.
Fotos | red carpet fashion awards
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