Paris y Nicky Hilton, dos hermanas, dos estilos, ¿quién gana?

Yo a priori ya tengo la respuesta. No hace falta desarrollar ninguna tesis ni recurrir a argumentaciones basadas en la lógica: basta con la simple vista como razón de peso para afirmar, que sin duda, el gato se lo lleva al agua la pequeña de las herederas de la cadena de hoteles más próspera del nuevo mundo.

Paris y Nicky Hilton, son las mayores de los cuatro hijos del matrimonio formado por Richard Hilton y Kathy Richards, él, dueño de lo que ya todos sabemos, y ella, aspirante a actriz venida a menos, así que no es de extrañar entonces la potente mezcla de sus vástagas más conocidas.

Si bien ambas hermanas parecen estar a años luz la una de la otra, tienen bastante puntos en común: las dos son rubias, algo más espigadas de la cuenta, y salen con sendos personajes mediáticos, pero a la hora de vestir, las diferencias se intensifican, aunque el punto yankee chirriante, las dos lo conservan.

Si hay algo que caracteriza el estilo de Paris, esos son los chándales. Son su punto fuerte, su sello personal, su marca de la casa en cuestiones de streetstyle, y es que no en vano, y por muy difícil que parezca, han marcado tendencia. Sin ir más lejos, uno de los editoriales de la edición francesa de Vogue Paris iba este mes por este camino: Adriana Lima rendía homenaje al concepto estético con el que comulga Paris Hilton, esa extraña mezcla estilística que combina prendas deportivas con joyas descomunales. Una horterada cualquiera, pero al fin y al cabo, un estilo muy en voga entre los “nuevos ricos”.

Nicky, al contrario, hace gala de unos looks de calle mucho más apropiados, normales, sin estridencias, hasta refinados en comparación con el abuso del rosa chicle de su hermana mayor.

Un estilo muy californiano, pausado, y con sentido.

Aunque cuando se trata de asistir a actos públicos, Paris, a veces acierta, y suele decantarse siempre por vestidos llamativos pero de corte favorecedor. Y es que buen día lo tiene cualquiera…

Lo de Nicky sin embargo no es casualidad, y sin llegar a deslumbrar siempre va correcta.

Y es que la diferencia no solamente está en la elección de las prendas, si no en los detalles: mientras Paris se maquilla en exceso y su manejo de los complementos es bastante deleznable, Nicky es mucho más comedida y no abusa de brillos ni diamantes, ella prefiere abrazar su lado discreto y siempre es muy prudente en sus gestos, en la elección de sus accesorios, y en cuestión de colorido.

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