Y por fin llegó ella, Keira Knightley. Entre gritos y peticiones, la actriz inglesa hacia acto de presencia con un look tan estupendo que nadie le podía decir nada: un vestido de falda midi con vuelo en blanco y negro. ¿El mejor toque? La chaqueta elegida, una clásica chupa de cuero que se sacó para poder posar ante los fotógrafos.
El vestido en cuestión era un Giambattista Valli Haute Couture que se presentaba con escote palabra de honor y la zona del pecho venía con decenas de aplicaciones en forma de flores blancas. La falda, con mucho vuelo y volumen, era de color negro en tul que venía decorado con pequeñas y delicadas flores blancas.
¿Para el calazado? Lo clásico funciona, por ello optó por unos salones de tacón en charol negro.
Fotos | Instagram @grazia_live, Gtres
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