La despersonalización en Maison Martin Margiela podría dar para una tesis; en especial durante la etapa en la que el diseñador se encontraba tras su firma previo paso enfrentamiento con Diesel y su respectiva compra. Despersonalización y ausencia de un rostro que atraiga todas las miradas dejando el protagonismo real para la moda, táctica habitual en MMM y que en la presente colección de Alta Costura Otoño-Invierno 2012/2013 repite.
El punk es esto. El punk es convertir unos botines en unas pezuñas de caballo, el punk es mezclar tendencias tan accesibles como el blanco total con serigrafías locas y de corte futurista. Amebas convertidas en inspiración, faldas de gasa para las princesas punk.
Todo al mismo tiempo que choca encontrarse con vestidos largos de escote halter en raso y color coral, con un nudo frontal curioso. Inspiración oriental de los samuráis y sus trajes de batalla junto a patchworks compuestos por retales de cuero.
Punk es avanzarse al resto con un abrigo tan pop que encontraremos la copia accesible en menos que canta Inditex.
Al ver a las modelos recordé la máscara de John Talabot. Talabot y Maison Martin Margiela juntos. Eso sería muy grande.
Por último, punk serán los comentarios de este post.
Fotos | Maison Martin Margiela
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