El arte es una de las primeras formas de expresión del ser humano en la infancia. Cuando somos pequeños, pintamos con ceras y hasta con los dedos... moldeamos con plastilina, hacemos manualidades... Esta vena creativa es una parte muy importante para el desarollo integral de los más pequeños así que el arte de los museos no tiene por qué resultarles ajeno. Solo hay que saber adaptar una visita a aquello que pueden entender. Te contamos cómo hacerlo en el Prado.
Para empezar, Antonio Sánchez Lago, guía oficial de Madrid y licenciado en Historia del Arte, nos dio algunos consejos generales que toda persona ha de tener en cuenta para no agobiarse: "Las visitas a los museos deben ser equilibradas y justas. Uno no puede darse una borrachera de arte porque acabaría fatal... como suele ocurrir con todas las borracheras", confesó entre risas el experto. Por eso el experto recomienda visitas que duren una hora y media o dos como mucho. "Es la clave del éxito para mantener el interés e incluso quedarse con ganas de repetir", apunta.
El Prado es un museo imprescindible por su particularidad y es que, mientras que el catálogo de otros se ha ido construyendo de manera enciclopédica, aquí los reyes coleccionaron únicamente aquello que les gustaba. Así que con más razón podemos hacer de un tour por sus salas una experiencia inolvidable. Además, para los niños, la institución ha adaptado la audioguía infantil con un recorrido de la mano de uno de sus personajes más célebres.
La mismísima Infanta Margarita y sus amigos son los encargados de presentar a los más jóvenes cuadros como Las tres Gracias, de Rubens; El jardín de las Delicias, del Bosco o Emperador Carlos V a caballo en Mühlberg, de Tiziano, entre otros clásicos de la historia del arte. Incluidos los secretos de los secretos de 'Las meninas', claro.
Para acceder a esta guía multimedia, si no queremos pagar extra por un dispositivo de audioguía, solo necesitaremos un móvil con conexión a Internet y unos auriculares. De este modo, hay dos formas de dusfrutarla. La primera es escuchando los audios y navegando por cada una de sus fichas. Y la otra, viendo los vídeos de las obras comentadas. Aunque lo mejor es complementerlas porque hay obras que solo están comentadas en la versión audio.
Incluso, si un día nos da mucha pereza salir de casa, es posible sumergirse también en el contenido solo con un ordenador y mirando los materiales en la web del museo. Aunque, por supuesto, nuestro experto nos aima a apostar siempre por el encuentro directo con la obra.
La familia de Carlos IV, de Goya
Las tres Gracias, de Rubens
La sagrada familia del pajarito, de Murillo
La fragua de Vulcano, de Velázquez
Las meninas, de Velázquez
El Jardín de las delicias, del Bosco
Pintura mural de la ermita de la Vera Cruz de Maderuelo
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Fotos| Museo del Prado
