Si hay algo que nos recuerda que hemos estado de vacaciones es nuestro tono bronceado de piel. Nos encanta mirarnos al espejo antes de salir de casa, nos gusta nuestro aspecto e incluso ¡confesad chicas! nos encanta presumir de nuestras vacaciones y nuestro morenito es nuestra carta de presentación. Pero por otro lado nos suelen asaltar dudas... ¿cuánto tiempo nos durará? Hoy, desde nuestro especial "Vuelta al cole", os vamos a dar las pautas perfectas para alargar el moreno. ¿Quién se apunta?
Exfoliación: antes, durante y después
El secreto de un bronceado perfecto es haber tenido una piel limpia de impurezas y células muertas, esto se consigue solo con una buena exfoliación mantenida en el tiempo, no basta con hacerla de vez en cuando. Con este acto, se mejora el estado de la piel y se consigue una mayor penetración de las cremas. Lo ideal sería haberse puesto morenita con una piel renovada pero sí no ha sido así aún estamos a tiempo de ponernos al día.
Sí no exfoliamos la piel de rostro y cuerpo para eliminar las células muertas podemos correr el riesgo de que nuestro bronceado sea opaco, poco uniforme y de tener una sensación de tener reseca la piel. ¿Ventajas para hacerlo siempre? Exfoliando la piel se activa la circulación, se produce la regeneración celular y se fortalece la elasticidad natural de la piel.
Ya no tenemos excusas, antes, durante y después de haber conseguido un bonito color veraniego es necesario este paso de belleza. Elige tu exfoliante dependiendo de tu tipo de piel y no se te olvide ser constante.
Hidratación: por fuera y por dentro
¿Nuestra piel tiene sed? Siempre, por eso tras la exfoliación hay que darla un tratamiento de choque para hidratarla y devolverle la elasticidad y firmeza que necesita. A diario necesitaremos darle hidratación extra, independientemente de que haya tocado exfoliación o no, con cremas hidratantes por el día y nutritivas por la noche.
Pero no todo será cuidarla por fuera, nuestro organismo necesita también hidratarse por dentro y es una de las pautas más importantes para mantener el bronceado por más tiempo. Beber mucho nos ayudará a tener la piel hidratada y muy elástica, sí el consumo del agua no es lo tuyo os animamos a consumir otra bebidas para compensar a la piel, ¿qué tal infusiones, refrescos sin gas y zumos naturales?
Alimentación: más melatonina
Las frutas y las verduras nos serán también de gran ayuda a la hora de estar morenas naturalmente gran parte del otoño. Sí además las escogemos por su piel verde, amarilla o naranja (son las que más poseen unos componentes llamados betacarotenos que es un pigmento vegetal) conseguiremos, además de mantener el moreno, cuidarnos si este verano hemos cogido un par de kilillos.
La alimentación siempre es importante para conseguir un moreno brillante, uniforme y duradero, planifica tu dieta o tu plan semanal con alimentos ricos en carotenos y vitamina C. Las primeras semanas, después y durante de haber tomado el sol apúntate a las manzanas, la naranjas, la lechugas, los pepinos y sobretodo a la ¡rica zanahoria!
Bronceado artificial
Sí nuestro deseo es mantener intacto el bronceado, que no se vaya difuminando con el tiempo, deberemos echar mano de ayuda artificial y nada mejor que los autobronceadores. Sin embargo aplicar un autobronceador tiene sus secretos, deberemos tener en cuenta unas pautas para que nos quede lo más natural posible y muy uniforme.
Hay que extenderlo muy bien, sin prisas y os recomiendo hacerlo de pie para evitar que la piel se pliegue en rodillas y en la zona abdominal, de esta manera evitaremos que nos pueden quedar rayas en la tripa, detrás de las rodillas y ¡el culete blanco! No apliques mucha cantidad en las zonas más duras de la piel como talones, codos y rodillas y ten en cuenta difuminarlo bien en las zonas de nacimiento del pelo o cejas.
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